
EL VENEZOLANO COLOMBIA
La operatividad de cientos de camiones venezolanos está en vilo debido a la imposibilidad de obtener un seguro obligatorio en Colombia, requisito indispensable para transitar legalmente por sus carreteras. Esta situación pone en peligro el flujo comercial entre ambas naciones, generando preocupación entre transportistas y gremios.
La falta de acuerdos bilaterales y las restricciones de las aseguradoras colombianas han desatado un problema que exige soluciones inmediatas para evitar un colapso en el transporte de mercancías.
Un obstáculo que paraliza la flota venezolana
Más de 600 vehículos de carga, en su mayoría registrados en Venezuela, enfrentan una crisis operativa por la dificultad de obtener la Póliza de Seguro de Responsabilidad Civil para el Transporte Internacional de Carretera.
Este documento, exigido por las autoridades colombianas, es esencial para que los transportistas obtengan la autorización que les permite circular legalmente. La ausencia de este requisito ha dejado a los conductores en una situación de incertidumbre, afectando directamente el traslado de productos entre los dos países.
Barreras legales agravan la situación
La raíz del problema radica en la falta de un marco jurídico claro entre Colombia y Venezuela. Desde la salida de Venezuela de la Comunidad Andina (CAN), no existe un acuerdo bilateral que regule el transporte terrestre.
Esta carencia ha complicado la emisión del seguro necesario, ya que las compañías colombianas se niegan a proporcionar la póliza, dejando a los transportistas venezolanos en un vacío normativo. Este escenario pone en riesgo no solo las operaciones logísticas, sino también el sustento de cientos de familias que dependen de esta actividad.
Propuestas para desbloquear el comercio
Frente a esta coyuntura, la Asociación de Auxiliares y Aduaneros del Táchira (Asoata) ha instado al Ministerio del Transporte colombiano a aceptar, de manera provisional, el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) como alternativa.
Esta medida, que ya es válida en Venezuela, podría agilizar los trámites y permitir que los camiones continúen operando. Asimismo, gremios como la Cámara Colombo Venezolana Regional Oriente trabajan en conjunto con el Consejo Intergremial Binacional para buscar soluciones que faciliten el acceso a la autorización colombiana.
Gestiones diplomáticas en marcha
Empresas afectadas han elevado sus preocupaciones a instancias diplomáticas. Un ejemplo es la solicitud formal enviada por el presidente de Transinver, Giraldo Cepeda, al embajador colombiano en Venezuela, Milton Rengifo.
En su misiva, Cepeda pidió intervención para resolver las trabas que enfrentan los transportistas al intentar cumplir con los requisitos exigidos. Aunque las respuestas aún no llegan, estas acciones reflejan el esfuerzo del sector privado por mantener activo el intercambio comercial.
Un futuro incierto para el comercio binacional
La parálisis de los camiones venezolanos no solo afecta a los transportistas, sino que amenaza con reducir significativamente el comercio entre Colombia y Venezuela. La falta de soluciones rápidas podría generar pérdidas económicas y tensiones en la frontera.
Mientras las partes involucradas buscan alternativas, el tiempo apremia para evitar un impacto mayor en esta relación comercial clave.