
EL VENEZOLANO COLOMBIA
El terminal de pasajeros de San Antonio del Táchira, tradicional punto de conexión terrestre entre Venezuela y Colombia, enfrenta un pronunciado declive. Las ventas de pasajes desde localidades colombianas como La Parada y Cúcuta, sumado al deplorable estado de la vía Troncal 1, han desplazado el tránsito de viajeros hacia otras rutas, dejando este importante puerto fronterizo prácticamente inoperativo.
Tráfico redirigido y desvío de rutas
Según testimonios de trabajadores del transporte, numerosas agencias que comercializan boletos en La Parada y en el casco urbano de Cúcuta están impidiendo enviar a los pasajeros al terminal de San Antonio. En su lugar, trasladan directamente a los usuarios hasta San Cristóbal, donde estos abordan las unidades que los llevan a distintas regiones del país.
La maniobra no solo evita el paso por el terminal tachirense, sino que genera una desconexión con los servicios formales, lo que afecta directamente a la economía del recinto ya quienes dependen de su operatividad.
Deterioro vial y restricciones operativas
El mal estado de la Troncal 1, una de las arterias fundamentales que une la frontera con la capital del Táchira, ha llevado a las autoridades a restringir el ingreso de autobuses interurbanos al terminal. Esta limitación ha acentuado el problema, dejando a las instalaciones prácticamente vacías y con pocas opciones de recuperación inmediata.
Conductores consultados por medios locales señalan que, mientras ellos cumplen con sus obligaciones fiscales y el pago de listines, observan cómo proliferan opciones informales de transporte justo en las afueras del país, donde no se aplican controles ni regulaciones equivalentes.
Crecimiento de alternativas no oficiales
Uno de los fenómenos que más afecta al terminal es la consolidación de una especie de terminal paralelo en La Parada.
Allí, vehículos particulares y taxis de línea operan sin restricciones, ofreciendo traslados directos a destinos como Rubio y San Cristóbal. Este sistema, aunque práctico para los usuarios, agrava la crisis del puerto venezolano, cuyas instalaciones siguen cayendo en desuso.
Llamado a la recuperación del sistema
Ante este panorama, tanto transportistas como comerciantes del terminal hacen un llamado urgente a las autoridades regionales y nacionales. Solicitan la pronta rehabilitación de los tramos dañados de la Troncal 1 y la implementación de medidas que frenen el desvío del flujo de pasajeros hacia servicios informales.
La esperanza está puesta en la posibilidad de que, una vez restablecida la conectividad vial y se normalicen los controles operativos, los expresos vuelvan a hacer vida en el terminal de San Antonio. Esto permitiría revitalizar un espacio clave para el intercambio fronterizo y devolverle la funcionalidad a un punto neurálgico del occidente venezolano.