
EL VENEZOLANO COLOMBIA
La ciudadanía por nacimiento, uno de los pilares históricos del sistema legal estadounidense, se encuentra nuevamente bajo amenaza. Una orden ejecutiva del presidente Donald Trump, firmada en su primer día de regreso al poder, ha encendido las alarmas en millones de familias migrantes.
El decreto establece que solo serán reconocidos como ciudadanos aquellos niños nacidos en Estados Unidos cuyos padres sean ciudadanos o residentes permanentes legales.
La Corte Suprema entra en escena
Este jueves 17 de abril, la Corte Suprema de Estados Unidos anunció que escuchará los argumentos orales del caso el próximo 13 de mayo.
La audiencia marcará un momento clave en la disputa legal que enfrenta al Ejecutivo con diversos sectores sociales y judiciales que consideran la orden como una vulneración directa de la Enmienda 14 de la Constitución, la cual otorga la ciudadanía automática a toda persona nacida en suelo estadounidense.
La aceptación del caso por parte del máximo tribunal del país responde a una solicitud formal del Gobierno de Trump para levantar parcialmente los bloqueos de impuestos por tribunales inferiores, que actualmente impiden la aplicación del decreto presidencial.
Suspensión temporal por jueces federales
Tres magistrados federales —con sede en Maryland, Washington y Massachusetts— emitieron resoluciones que frenaban provisionalmente la aplicación de la medida. Consideran que la acción ejecutiva representa una extralimitación del poder presidencial y podría afectar de forma desproporcionada a comunidades migrantes, especialmente a quienes se encuentran en situación irregular o bajo visas temporales.
Estas suspensiones judiciales han dado un respiro momentáneo a millas de familias, pero su vigencia dependerá del fallo que emita la Corte en mayo.
Implicaciones sociales y jurídicas
De aprobarse la orden de Trump, se alteraría radicalmente el concepto de nacionalidad automática, generando un cambio sin precedentes en la interpretación constitucional de los derechos civiles. Esta reforma podría dejar a millas de menores en una situación de apatridia, expuestos a procesos de deportación o sin acceso a servicios básicos como salud y educación.
Además, organizaciones defensoras de los derechos humanos han advertido que la propuesta no solo afectaría a los hijos de migrantes sin estatus legal, sino también a aquellos cuyos padres cuentan con permisos temporales, como estudiantes, trabajadores o solicitantes de asilo.
Un futuro incierto para miles de niños.
Mientras se acerca la fecha clave del 13 de mayo, la incertidumbre crece entre las comunidades migrantes. El resultado de esta audiencia no solo definirá el destino de miles de niños nacidos en Estados Unidos, sino que también sentará un precedente crucial sobre los límites del poder ejecutivo y la vigencia de los derechos constitucionales en la era contemporánea.