EL VENEZOLANO COLOMBIA
Las remesas enviadas por colombianos en el extranjero han alcanzado cifras sin precedentes, consolidándose como un pilar fundamental para la economía del país. En 2024, los flujos superaron los 11.800 millones de dólares, un aumento del 17,2 % respecto al año anterior. Este crecimiento no solo refleja el esfuerzo de los migrantes, sino también su impacto en millones de hogares y en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Sin embargo, detrás de este fenómeno surgen retos cruciales que determinarán si estas transferencias se convierten en un motor de desarrollo sostenible o en una dependencia económica.
El impacto de las remesas en la economía
Las remesas han pasado de ser un ingreso adicional para los hogares a convertirse en un elemento clave del bienestar económico de muchas familias colombianas. Según Corficolombiana, estas transferencias representaron el 9 % y 5 % de los ingresos totales de los quintiles de ingresos más bajos en 2023, contribuyendo al financiamiento de necesidades básicas, educación y pequeñas inversiones productivas.
En términos macroeconómicos, las remesas son ahora la segunda fuente de divisas más importante para Colombia, superadas únicamente por el petróleo. Representan el 2,8 % del PIB y se proyecta que para 2025 alcancen los 13.000 millones de dólares, consolidándose como un componente esencial del ingreso nacional.
Factores que impulsan el crecimiento de las remesas
Varios elementos explican el incremento sostenido de las remesas hacia Colombia.
- Incremento de la migración: Entre 2021 y 2024, la migración de colombianos al extranjero creció a un ritmo anual del 5,4 %, con un flujo neto de 365.000 salidas en 2024.
- Fortaleza económica en países receptores: Estados Unidos y España, principales emisores de remesas, registraron crecimientos económicos del 2,8 % y 2,9 %, respectivamente, lo que permitió a los migrantes enviar mayores sumas de dinero.
- Tipo de cambio favorable: La depreciación del peso colombiano frente al dólar aumentó el valor de las remesas en moneda local, alcanzando 48 billones de pesos en 2024, 2,4 veces más que en 2019.
Retos y riesgos para el futuro
Aunque las remesas son una fuente crucial de ingresos, enfrentan desafíos significativos. La posible implementación de un impuesto del 10 % a las remesas por parte de la administración Trump y medidas migratorias más estrictas podrían ralentizar el flujo de estos recursos.
Además, existe el riesgo de que una parte de las remesas sea utilizada en actividades ilícitas, según la UNODC, lo que subraya la importancia de fortalecer los controles financieros.
El potencial transformador de las remesas
Para maximizar el impacto positivo de las remesas, Colombia debe promover su uso productivo. Proyectos inspiradores, como el financiamiento de infraestructura en Kenia con fondos de su diáspora, demuestran que estas transferencias pueden ir más allá del consumo y generar desarrollo sostenible.
Con una gestión adecuada, las remesas podrían contribuir a reducir la desigualdad, fortalecer la economía y mejorar la calidad de vida de los colombianos.
El auge de las remesas es un reflejo del sacrificio y compromiso de los colombianos en el exterior. Estas transferencias no solo sostienen a millones de familias, sino que también ofrecen una oportunidad histórica para impulsar el desarrollo del país. La clave está en garantizar que este recurso se utilice de manera estratégica, transformándolo en un motor de progreso económico y social sostenible.