EL VENEZOLANO COLOMBIA
La definición del salario mínimo en Colombia para 2025 está en el centro del debate. Con las primeras cifras sobre productividad reveladas por el Dane, las partes implicadas en la mesa de concertación —Gobierno, sindicatos y empresarios— comienzan a trazar sus propuestas. Aunque los datos apuntan a un aumento, la posibilidad de un incremento significativo choca con la realidad económica y las perspectivas inflacionarias.
El rol de la productividad en el salario mínimo
El Dane destapó un dato crucial para el cálculo del salario mínimo: la productividad de todos los factores alcanzó 1,73 % en 2023. Otros indicadores relacionados, como la productividad laboral por persona (1,76 %) y la productividad por hora trabajada (3,43 %), también fueron expuestos.
El principal reto ahora es decidir cuál de estas cifras será utilizada en la fórmula final. Este indicador, que mide la capacidad de la economía para generar ingresos con los recursos disponibles, es una pieza fundamental junto con otros elementos, como la inflación y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Factores en juego: inflación, empleo y jornada laboral
El panorama económico es otro punto central en el debate. Aunque el nivel de empleo se ha mantenido estable, la reducción progresiva de la jornada laboral desde 2021 ha cambiado las dinámicas del mercado laboral.
Por otro lado, las proyecciones inflacionarias del Banco de la República señalan un rango de entre 2 % y 4 % para el próximo año, lo que limita las posibilidades de un aumento salarial significativo. El Ministerio de Hacienda ya ha advertido que el ajuste difícilmente alcanzará los dos dígitos, una propuesta que los sindicatos consideran esencial para garantizar ingresos dignos.
Tensiones entre las partes
Mientras los sindicatos abogan por un incremento superior al 10 %, en línea con la meta de promover condiciones de trabajo decentes, los empresarios mantienen una postura conservadora. Argumentan que un alza excesiva podría afectar la capacidad de generar empleo en sectores que ya enfrentan contracciones, como la construcción y la industria.
En este contexto, el Gobierno actúa como mediador, buscando equilibrar las demandas de los trabajadores con las limitaciones económicas del sector empresarial.
Proyecciones y próximos pasos
El próximo 4 de diciembre será una fecha crucial, cuando las partes se reúnan nuevamente para definir cuál cifra de productividad se incluirá en la fórmula final. Este dato, junto con la inflación y el crecimiento económico, determinará el porcentaje del aumento salarial para 2025.
Además, el Gobierno ha llamado a las partes a tener en cuenta la importancia de un salario mínimo que impulse el bienestar social sin poner en riesgo la estabilidad económica ni la generación de empleo.
La discusión sobre el salario mínimo 2025 en Colombia refleja las tensiones entre las necesidades de los trabajadores y las restricciones económicas del país. Mientras los sindicatos y empresarios defienden posturas opuestas, el Gobierno enfrenta el desafío de encontrar un equilibrio que garantice ingresos dignos y sostenibilidad económica. Las próximas semanas serán decisivas para definir el futuro de millones de trabajadores colombianos.