EL VENEZOLANO COLOMBIA
El gobierno de Gustavo Petro sigue trabajando en la construcción de una propuesta que facilite la transición hacia una democracia en Venezuela, a pesar de los complejos desafíos políticos que enfrenta. La iniciativa busca generar un acuerdo entre el chavismo y la oposición, con el objetivo de establecer un gobierno de cohabitación que permita una gobernabilidad compartida. Noviembre será un mes crucial para la presentación de este plan, que ha sido diseñado por Colombia con la participación de expertos y actores internacionales clave.
La propuesta de cohabitación
La idea central del gobierno colombiano consiste en que el oficialismo y la oposición en Venezuela lleguen a un acuerdo para compartir el poder. Inspirado en la experiencia del Frente Nacional en Colombia, el presidente Petro ha señalado que este modelo podría ser una solución transitoria para Venezuela. Según lo planteado, el acuerdo de cohabitación tendría una duración de seis años, con periodos de tres años para cada facción, bajo la supervisión de organismos internacionales y el compromiso de realizar elecciones transparentes.
Este plan contempla el levantamiento progresivo de las sanciones internacionales impuestas a Venezuela, a cambio de garantías políticas y de gobernabilidad que beneficien tanto al chavismo como a la oposición.
Participación de la comunidad internacional
Para asegurar la viabilidad de la propuesta, el gobierno colombiano está buscando el respaldo de actores internacionales clave. Entre los involucrados en las gestiones se encuentran el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y países como Cuba, China y Rusia, quienes juegan un papel relevante en la política venezolana. También se espera la participación de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo secretario general, Luis Almagro, ha expresado un interés creciente en la idea de un gobierno compartido en Venezuela, pese a su postura crítica anterior frente al régimen de Maduro.
La cohabitación, como sugiere Almagro, no es un ejercicio sencillo, pero es fundamental para establecer un diálogo real y una institucionalidad compartida que beneficie a todos los actores políticos.
Retos y obstáculos
Uno de los mayores desafíos que enfrenta esta propuesta es la aceptación por parte de las bases del chavismo y la oposición. Para el régimen de Nicolás Maduro, cualquier movimiento hacia una transición democrática implicaría ceder poder, lo cual podría generar fracturas internas. Asimismo, la oposición venezolana, liderada por figuras como María Corina Machado, podría enfrentar dificultades para justificar un acuerdo que implique compartir el poder con el chavismo, especialmente después de años de tensiones y enfrentamientos.
Analistas como Ronal Rodríguez, del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, consideran que esta propuesta de cohabitación podría ser inviable a largo plazo, ya que ambos sectores políticos tendrían dificultades para mantener el apoyo de sus bases en un esquema de poder compartido.
El rol de Colombia en la mediación
A pesar de las dificultades, Colombia se ha mantenido firme en su rol de mediador. El presidente Petro continúa dialogando con diferentes actores, y aunque la relación con el régimen de Maduro ha tenido altibajos, las conversaciones no han sido descartadas. Además, Colombia mantiene su exigencia de transparencia electoral, al insistir en la publicación de las actas de las elecciones como condición para avanzar en el reconocimiento de resultados.
Simultáneamente, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, está explorando experiencias internacionales de mediación en países como Catar, conocido por su papel en conflictos internacionales. Esta búsqueda de apoyo y experiencia internacional refuerza el compromiso del gobierno colombiano con la búsqueda de una solución pacífica y negociada para Venezuela.
La propuesta del gobierno colombiano para facilitar una transición democrática en Venezuela sigue en proceso de ajuste, a pesar de los desafíos políticos y las tensiones entre chavismo y oposición. A través de la cohabitación y la participación de actores internacionales, Colombia busca construir un acuerdo que permita a Venezuela avanzar hacia elecciones libres y transparentes. Sin embargo, las dificultades internas y la resistencia de ambas facciones podrían hacer que este camino sea largo y complicado, aunque la iniciativa sigue siendo un paso clave hacia la estabilidad regional.
