EL VENEZOLANO COLOMBIA
Caracas y al menos otras nueve entidades del país fueron golpeadas por cuatro bajones de luz este jueves, generando preocupación entre los ciudadanos y reavivando el debate sobre la inestabilidad del sistema eléctrico en Venezuela. Las fluctuaciones eléctricas afectaron a varios sectores de la capital y se sumaron a una serie de fallas que se han vuelto recurrentes, afectando la vida cotidiana de los venezolanos.
Bajones de luz: una amenaza constante
Este jueves, al menos cuatro bajones de luz se registraron en Caracas y otras nueve regiones del país, en una nueva muestra de la fragilidad del sistema eléctrico venezolano. Las fallas, reportadas a través de redes sociales, afectaron zonas clave de la capital como San Bernardino, Sabana Grande, Catia, Capitolio y El Marqués, entre otras. Además, los estados Anzoátegui, Zulia, Lara, Portuguesa, Aragua, Falcón, y Yaracuy también sufrieron las fluctuaciones.
Las constantes interrupciones en el suministro eléctrico, que ya se han vuelto parte del día a día en muchas regiones del país, ahora parecen golpear con mayor fuerza a Caracas. Aunque la capital había sido, en ocasiones anteriores, menos afectada que otras zonas, las recientes fallas indican un cambio en esta tendencia.
Un problema creciente
En lo que va de septiembre, la organización No al Apagón (NTA) ha documentado 27 fallas eléctricas en el país, siendo Caracas una de las regiones más afectadas. Estas interrupciones se han vuelto más frecuentes desde el apagón nacional del 30 de agosto, que dejó a gran parte del país en la oscuridad. En esa ocasión, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, atribuyó las fallas a un supuesto sabotaje de la oposición contra el sistema de cargas del país.
Sin embargo, la explicación oficial no ha sido suficiente para calmar la inquietud de la población, que enfrenta una crisis eléctrica que ha durado años. Las fallas en el servicio eléctrico se han convertido en una constante, afectando no solo a los ciudadanos, sino también a la industria, el comercio y los servicios esenciales.
Horas críticas para las fluctuaciones
Las fluctuaciones de luz se han vuelto especialmente comunes en Caracas durante las primeras horas de la tarde, entre las 2:00 p.m. y las 4:30 p.m. Este patrón, observado con mayor frecuencia en los últimos meses, ha llevado a muchos a preguntarse si el sistema eléctrico está preparado para manejar la demanda durante esas horas pico.
Zonas como La Hoyada, La Pastora y La California se encuentran entre las más vulnerables a estos bajones, generando interrupciones en el transporte, el comercio y las actividades diarias de los ciudadanos. A esto se suma la preocupación por los daños que las fluctuaciones pueden causar a los electrodomésticos y equipos electrónicos, un problema que muchos venezolanos han enfrentado.
Un panorama incierto
A pesar de los esfuerzos del gobierno por restablecer el servicio cada vez que ocurre un apagón, las fallas eléctricas persisten y no parecen tener una solución a corto plazo. Los ciudadanos, especialmente en Caracas, están cada vez más acostumbrados a lidiar con la incertidumbre que genera la falta de electricidad.
Mientras tanto, las autoridades continúan atribuyendo las fallas a factores externos, como el sabotaje, pero los expertos señalan que la crisis eléctrica es producto de años de desinversión y mal manejo del sistema. La falta de mantenimiento y las inversiones insuficientes en infraestructura han dejado al país con un sistema eléctrico en ruinas, incapaz de soportar la demanda.
La situación eléctrica en Venezuela, y en particular en Caracas, sigue siendo crítica. Los cuatro bajones de luz registrados este jueves son solo una muestra de una crisis que ha estado latente durante años. Con un sistema eléctrico en deterioro y sin soluciones claras a la vista, los venezolanos continúan enfrentando la incertidumbre de cuándo será el próximo apagón.