Impacto post-electoral: Cae el comercio y transporte en la frontera colombo-venezolana

◉ La falta de dinero por parte de la población limita el cruce para realizar compras. Expertos señalan que el poder adquisitivo se estanca producto de la crisis económica de Venezuela

EL VENEZOLANO COLOMBIA

Las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela han dejado secuelas más allá de sus fronteras, afectando significativamente la actividad económica en Cúcuta, Colombia. La ciudad, conocida por su comercio y tránsito constante con Venezuela, ha visto una caída en las ventas y una disminución en el movimiento de carga pesada. Este fenómeno, aunque presente desde hace meses, se ha intensificado en los días posteriores a los comicios, según expertos en temas internacionales.

Comercio en declive: Un efecto post-electoral

Desde las elecciones presidenciales en Venezuela, los comerciantes de Cúcuta han experimentado un descenso notable en sus ventas. Esta situación, que ya venía afectando a la región fronteriza, se ha visto agravada por la incertidumbre y las restricciones que enfrentan los venezolanos al cruzar la frontera. Según William Gómez, analista en temas internacionales, los consumidores venezolanos, que son vitales para la economía de Cúcuta, están limitados por sus bajos ingresos y los malos tratos que reciben en el lado colombiano.

Además, Gómez señala que la falta de reciprocidad en la regulación del tránsito vehicular entre los dos países ha contribuido a esta situación. El Área Metropolitana de Cúcuta (AMC), entidad responsable de regular el paso de vehículos, ha sido acusada de violar el Tratado de Tonchalá, restringiendo el tránsito de automóviles venezolanos a solo tres municipios. Esta medida, junto con la imposición de multas y el decomiso de vehículos que superan estos límites, ha generado un ambiente hostil para los venezolanos que buscan realizar compras en Cúcuta.

Trato discriminatorio y su impacto en la economía

El maltrato hacia los venezolanos que cruzan la frontera se ha convertido en un problema recurrente. Funcionarios colombianos establecen puntos de control cerca de los pasos fronterizos, aplicando multas a los vehículos con matrícula venezolana por no cumplir con todos los requisitos documentales. Esta situación ha generado un sentimiento de xenofobia que afecta directamente al comercio en Cúcuta, ya que los consumidores venezolanos, que representan una parte significativa del mercado, se sienten cada vez más reacios a cruzar la frontera.

Gómez enfatiza la importancia de que los comerciantes locales comprendan el valor de estos consumidores y ofrezcan un trato respetuoso y sin prejuicios. Además, urge al Gobierno colombiano a autorizar el tránsito las 24 horas por los puentes internacionales, una medida que podría revitalizar el comercio y el turismo en la región.

El transporte de carga: Otra víctima de la incertidumbre

El transporte de carga también ha sido afectado por la situación post-electoral en Venezuela. Según datos de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, las operaciones aduaneras y el transporte internacional han disminuido en un 40% desde las elecciones. Los importadores y exportadores han decidido suspender sus pedidos hasta que la situación en Venezuela se estabilice, para evitar riesgos en la entrega de mercancías.

En el mes de julio, el tránsito de vehículos de carga por los puentes binacionales entre Táchira y Norte de Santander registró una disminución significativa, con solo 1,400 cruces de frontera, de los cuales la mayoría correspondieron a importaciones desde Colombia. Esta reducción no solo afecta a los transportistas, sino también a la balanza comercial entre ambos países, que continúa siendo desfavorable para Venezuela.

Perspectivas para el comercio fronterizo

Isabel Castillo, presidenta de la Cámara de Comercio de San Antonio, confirmó la caída en el tránsito de transporte de carga pesada y la circulación de personas y vehículos particulares desde el 28 de julio. La reducción, que se estima entre un 10% y un 15%, preocupa a los comerciantes locales, quienes esperan una pronta regularización de la actividad.

El panorama actual en la frontera colombo-venezolana es incierto, y los comerciantes de Cúcuta enfrentan un reto mayor para adaptarse a las nuevas circunstancias. La necesidad de un trato equitativo y la flexibilización en las normativas de tránsito son aspectos clave para reactivar la economía de esta región, que depende en gran medida del flujo constante de bienes y personas entre ambos países.

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