EL VENEZOLANO COLOMBIA
El subsecretario del Interior de Chile, Manuel Monsalve, ha destacado que las relaciones diplomáticas con Venezuela afectan directamente el proceso de expulsión de migrantes venezolanos que ingresaron de manera irregular al país.
En una entrevista con CHV Noticias, Monsalve explicó las dificultades específicas que enfrenta Chile para deportar ciudadanos venezolanos, subrayando la necesidad de cooperación por parte del país de origen. Este problema se agrava debido al estado actual de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Expulsiones y cooperación internacional
El subsecretario Monsalve enfatizó que la expulsión de migrantes irregulares requiere la cooperación del país de origen del deportado. En la mayoría de los casos, este proceso se desarrolla sin mayores complicaciones; sin embargo, Venezuela representa una excepción significativa.
«Para expulsar ciudadanos de otras nacionalidades a su país de origen, ese país de origen tiene que permitirlo. Esto funciona bien con casi todos los países, salvo con Venezuela, donde tenemos serias limitaciones», afirmó Monsalve. Estas limitaciones imponen una barrera considerable para el manejo efectivo de la migración irregular.
Sistema de expulsiones en Chile
En Chile, el sistema de expulsión de migrantes puede realizarse mediante vuelos comerciales o chárter. Monsalve destacó que el sistema de vuelos comerciales «opera», aunque la efectividad depende del consentimiento del país receptor.
Un ejemplo clave proporcionado por el subsecretario es el caso de migrantes condenados por delitos graves, como homicidio o secuestro. La prioridad es que estos individuos sean sancionados y, una vez cumplida su condena, sean deportados para evitar que permanezcan en libertad en territorio chileno.
Dificultades con vuelos chárter
La alternativa de los vuelos chárter presenta complicaciones adicionales. Estos vuelos requieren autorización tanto para despegar de Chile como para aterrizar en Venezuela. «Es más difícil porque se requiere autorización de Venezuela para que el avión despegue de Chile y aterrice en Venezuela.
Y eso ha sido más restrictivo durante el transcurso de este año», indicó Monsalve. La falta de cooperación de las autoridades venezolanas ha sido un obstáculo recurrente, exacerbando las dificultades en el proceso de deportación.
Ejemplos de expulsiones realizadas
A pesar de las restricciones, Chile ha logrado realizar algunas expulsiones mediante vuelos chárter. Monsalve mencionó un vuelo reciente que deportó a 65 personas, 55 de ellas bajo expulsiones judiciales. Estos esfuerzos reflejan el compromiso de Chile con la aplicación de su política migratoria, aunque las tensiones diplomáticas con Venezuela siguen siendo un factor limitante.
«Hemos hecho una nueva solicitud, estamos esperando la respuesta. Es evidente que las relaciones con Venezuela no están pasando por su mejor momento, y no por responsabilidad de Chile, sino fundamentalmente por responsabilidad de la autoridad venezolana», agregó Monsalve.
Impacto de las relaciones diplomáticas
Las relaciones diplomáticas entre Chile y Venezuela están en un punto crítico, lo que repercute negativamente en la capacidad de Chile para manejar la migración irregular de ciudadanos venezolanos. La cooperación bilateral es esencial para el éxito de las políticas de deportación, y la falta de colaboración por parte de Venezuela representa un desafío significativo. Esta situación resalta la importancia de mejorar las relaciones diplomáticas para facilitar el proceso de repatriación y asegurar la eficacia de las políticas migratorias de Chile.
La declaración del subsecretario del Interior de Chile, Manuel Monsalve, pone de manifiesto las dificultades que enfrenta el país en la expulsión de migrantes venezolanos debido a las tensiones diplomáticas con Venezuela. La cooperación del país de origen es crucial para el éxito de las deportaciones, y la falta de apoyo de Venezuela ha complicado este proceso. A medida que las relaciones diplomáticas entre ambos países continúan siendo tensas, es esencial buscar soluciones que permitan una gestión efectiva y humanitaria de la migración irregular.