EE.UU. deporta a 690.000 migrantes desde el fin del Título 42

◉ El último año fue el de mayor número de expulsiones desde 2011, según el portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Luis Miranda. Señaló que aquellas personas que pidan asilo y puedan permanecer en el país tardarán más de 150 días en conseguir un permiso de trabajo

EL VENEZOLANO COLOMBIA

Desde que la administración de Joe Biden eliminó el Título 42 en mayo del año pasado, Estados Unidos ha deportado a 690.000 migrantes, una cifra que destaca el impacto de los cambios en la política migratoria y la continua controversia en torno a la frontera sur del país.

El cambio de rumbo en la política migratoria

El levantamiento del Título 42 marcó un cambio significativo en la política migratoria de Estados Unidos. Esta medida, implementada durante la administración de Donald Trump, permitía devoluciones rápidas de migrantes indocumentados a México.

Sin embargo, la eliminación de esta política no ha implicado una apertura total de la frontera sur, como ha afirmado repetidamente la administración demócrata de Biden.

Expulsiones y realidades

Según las autoridades, desde mayo de 2023 hasta abril de este año, se han deportado 690.000 personas, la mayoría de ellas migrantes que cruzaron la frontera sin autorización.

Este número representa un incremento significativo en comparación con años anteriores y refleja la continua aplicación de procesos de expulsión.

Clarificando la desinformación

A pesar de la percepción en redes sociales de que cruzar la frontera es fácil, el portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., Luis Miranda, ha enfatizado que se están aplicando procesos rápidos de expulsión.

Además, aquellos que soliciten asilo enfrentarán largos períodos de espera, con más de 150 días para obtener un permiso de trabajo.

El impacto electoral y la crisis global

La migración se ha convertido en un tema central en la campaña electoral, con los republicanos acusando al gobierno demócrata de tener una política de fronteras abiertas y de enfrentar una «invasión» de migrantes.

Este debate refleja no solo las realidades locales en la frontera sur de EE. UU., sino también las crisis globales que impulsan la migración, desde la búsqueda de oportunidades económicas hasta la huida de crisis sociales y políticas en América y más allá.

A medida que Estados Unidos continúa enfrentando los desafíos de la migración en su frontera sur, es fundamental que se busquen soluciones integrales y humanitarias que aborden las causas profundas de este fenómeno. Se recomienda encarecidamente una política migratoria que combine la seguridad fronteriza con el respeto por los derechos humanos y la dignidad de los migrantes. Solo a través de un enfoque equilibrado y colaborativo se podrá avanzar hacia una solución sostenible y justa para todas las partes involucradas.

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