EL VENEZOLANO COLOMBIA
El cruce de la selva del Darién se ha convertido en una travesía frecuente para miles de migrantes, con más de 700 venezolanos atravesando este inhóspito territorio cada día entre enero y febrero.
Las cifras reveladas por el Ministerio de Seguridad de Panamá ponen de manifiesto la magnitud del flujo migratorio y los desafíos humanitarios asociados a esta peligrosa travesía.
Según datos oficiales, desde el 1 de enero hasta el 18 de febrero, más de 38.000 venezolanos han cruzado la selva del Darién para llegar a Panamá.
Este éxodo continúa siendo liderado por ciudadanos venezolanos, seguidos por migrantes de otras nacionalidades como chinos, ecuatorianos y haitianos. La situación se torna aún más alarmante al conocer que más de 20.000 de estos migrantes son menores de edad.
Desafíos mortales: Travesía por la selva del Darién en busca de mejores oportunidades
La ruta a través del Darién se enfrenta a una serie de riesgos mortales, incluyendo la exposición a fauna salvaje, ríos caudalosos y grupos criminales.
Esta peligrosa travesía representa uno de los viajes más arriesgados del mundo, con condiciones extremas que ponen en peligro la vida de quienes intentan cruzar la selva en busca de mejores condiciones de vida y oportunidades en Norteamérica.
Vulnerabilidad extrema: Mujeres migrantes en ruta por el Darién
Las mujeres migrantes se encuentran particularmente expuestas a la violencia sexual y otros tipos de abuso durante su travesía por el Darién.
Esta vulnerabilidad acentúa aún más los desafíos y peligros asociados a la migración a través de esta ruta, requiriendo una atención especializada y urgente por parte de las autoridades y organizaciones humanitarias.
Ante la situación humanitaria crítica en la ruta del Darién, es imperativo que los gobiernos y organizaciones internacionales intensifiquen los esfuerzos para brindar protección y asistencia a los migrantes, especialmente a mujeres y niños, así como para abordar las causas subyacentes de la migración forzada.
Se requiere una respuesta humanitaria integral que priorice la seguridad y el bienestar de las personas en movimiento, junto con acciones coordinadas para mitigar los riesgos y garantizar un trato digno y respetuoso a quienes buscan un futuro más seguro y próspero.