EL VENEZOLANO COLOMBIA
Más de 11.000 agentes de seguridad en Venezuela se movilizaron en una operación destinada a «desarticular» bandas de «delincuencia organizada» que operan desde el Centro Penitenciario Tocorón.
Sin embargo, esta operación se vio empañada por un incendio en la zona cercana al penal, lo que plantea cuestionamientos sobre la efectividad de estas acciones.
Despliegue Masivo y Objetivo de la Operación
El gobierno de Venezuela anunció la «Operación de Liberación Cacique Guaicaipuro» con el propósito de desmantelar bandas de delincuencia organizada y redes criminales operando desde Tocorón.
Más de 11.000 efectivos calificados fueron desplegados con la misión de restaurar y mejorar el sistema penitenciario nacional.
Incidentes y Explosiones
En las cercanías del centro penitenciario, se informaron incidentes y un incendio después de enfrentamientos entre reclusos y las fuerzas armadas.
El periodista venezolano Roman Camacho reportó tres explosiones en la mañana, presuntamente causadas por granadas lanzadas por los propios presos.
Orígenes y Expansión del ‘Tren de Aragua’
La banda criminal conocida como el ‘Tren de Aragua’ se originó en 2014, inicialmente involucrada en actividades delictivas tradicionales, como secuestros, robos, tráfico de drogas, prostitución y extorsión. Sin embargo, posteriormente expandieron sus actividades a la explotación ilegal del oro, aprovechando los ricos yacimientos auríferos en Venezuela.
Condiciones Carcelarias Precarias y Sobrepoblación
El ‘Tren de Aragua’ opera bajo la dirección de líderes conocidos como «pranes,» recluidos en Tocorón. Las cárceles de Venezuela enfrentan denuncias de condiciones precarias y una sobrepoblación que supera el 50%, según el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Los incidentes en Tocorón resaltan la complejidad de abordar la delincuencia organizada desde dentro de las cárceles venezolanas. Es imperativo que las autoridades aborden tanto la seguridad en los penales como las condiciones carcelarias precarias para evitar futuras crisis. La reforma del sistema penitenciario debe ser una prioridad para garantizar la efectividad de las operaciones contra la delincuencia organizada.
