EL VENEZOLANO COLOMBIA
La migración forzada, una odisea dolorosa, afecta profundamente a los más vulnerables: los niños. Centenares de pequeños migrantes, procedentes en su mayoría de Venezuela y Colombia, esconden el peso de la migración a través del juego en las calles y albergues, mientras sus padres, cargando lágrimas y esperanzas, claman por más solidaridad para enfrentar el camino incierto hacia los Estados Unidos.
En el oriente de Honduras, la Ciudad de Danlí en el Departamento de El Paraíso se enfrenta a esta realidad compleja.
Infancia en Medio del Desafío
En las vías públicas y refugios de Danlí, la niñez migrante extranjera se abstrae del dolor de abandonar su país de origen a través del juego.
Pequeños venezolanos, colombianos, cubanos, haitianos, asiáticos y africanos conforman la oleada de migración que desafía a la Ciudad de Danlí, cercana a la frontera con Nicaragua. A pesar de su corta edad, estos niños desconocen la amplitud del sacrificio de sus familias.
Jugando para Olvidar: La Dura Realidad
Con juguetes de plástico y pequeños rompecabezas, los niños y niñas de Danlí buscan distraerse del dolor que rodea su realidad migratoria.
Algunos, enfermos, son cuidados por sus madres bajo la sombra de un árbol. Ajenos al contexto que les rodea, su inocencia contrasta con las dificultades y riesgos que enfrentan en su travesía.
El Viaje Incesante: Clamor por Solidaridad
Los miles de migrantes que ingresan por el oriente de Honduras no buscan establecerse en el país, sino continuar hacia Estados Unidos lo más pronto posible. Sin embargo, la falta de recursos y dinero obstaculiza su avance hacia el punto fronterizo de Agua Caliente, en la frontera con Guatemala.
Enfrentando obstáculos económicos y logísticos, su clamor es por ayuda que les permita descansar, alimentarse y avanzar hacia la siguiente etapa de su travesía.
Sobrepasando Límites: Desbordamiento en Danlí
La afluencia masiva de migrantes ha rebasado la capacidad de Danlí para atenderlos. Frente a esta situación, el Gobierno de Honduras ha coordinado el traslado gratuito de más de 1.300 migrantes hacia Agua Caliente, en autobuses, en un esfuerzo por aliviar la presión sobre la ciudad y brindar un avance en su camino migratorio.
Desafíos y Esperanzas: Un Futuro Incierto
Mientras la migración continúa, las familias enfrentan desafíos legales e ilegales, desesperación y abusos. La falta de solidaridad y el cobro indebido de tarifas han marcado su camino, dejando cicatrices y desconfianza. Sin embargo, la esperanza persiste, como en el caso de la migrante venezolana Yeleida Quintero, quien lidera a su familia en esta travesía y clama por ayuda y humanidad en su camino.
La travesía migratoria es un testimonio conmovedor de resiliencia, esperanza y desafíos. A medida que niños y padres enfrentan una realidad incierta, la solidaridad y el apoyo se vuelven esenciales. Los juegos infantiles en las calles de Danlí, ocultando el dolor detrás de sonrisas, son un recordatorio vívido de la importancia de la empatía y el apoyo global para aquellos que luchan por un futuro mejor. Enfrentando desafíos económicos y emocionales, estos migrantes nos recuerdan la necesidad de unir esfuerzos para hacer frente a la crisis migratoria y brindar un camino más seguro y digno para los más vulnerables.
