EL VENEZOLANO COLOMBIA
Un grupo de 200 venezolanos se encuentra detenido en Trinidad y Tobago desde el 9 de julio, sin acceso a agua, comida ni instalaciones básicas para dormir o asearse. Las denuncias de la activista Yesena González revelan el trato inhumano al que son sometidos y la falta de condiciones humanitarias para su detención.
La situación de los refugiados y solicitantes de asilo venezolanos en Trinidad y Tobago continúa siendo preocupante, con violaciones a sus derechos y numerosos desafíos.
Detención sin condiciones básicas y trato inhumano.
Los 200 venezolanos fueron arrestados durante un acto en un club nocturno y trasladados al Helipuerto de Chaguaramas, donde permanecen bajo custodia.
Según la activista Yesena González, no se les proporciona agua ni comida, y carecen de instalaciones para dormir o asearse. Los videos obtenidos muestran el trato inhumano al que son sometidos.
La falta de respuesta a las tarjetas de Acnur.
Aproximadamente la mitad de los detenidos son titulares de tarjetas expedidas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), lo que indica su condición de refugiados.
A pesar de mostrar estas tarjetas, los venezolanos siguen detenidos, lo que plantea interrogantes sobre el reconocimiento y la protección de sus derechos.
La situación vulnerable de los refugiados y solicitantes de asilo en Trinidad y Tobago
Organizaciones como Acnur y Amnistía Internacional han advertido sobre la vulnerabilidad de los refugiados y solicitantes de asilo venezolanos en Trinidad y Tobago. Estos enfrentan abusos, explotación y diversos problemas debido a la falta de protección y apoyo adecuados por parte de las autoridades.
La situación de los 200 venezolanos detenidos en Trinidad y Tobago es preocupante, ya que se encuentran sin acceso a condiciones básicas como agua, comida y facilidades para dormir o asearse. Las denuncias de trato inhumano evidencian la falta de compasión y respeto hacia estos individuos.
La situación de los refugiados y solicitantes de asilo venezolanos en Trinidad y Tobago continúa siendo vulnerable, con abusos y desafíos que requieren una respuesta humanitaria y respeto a sus derechos. Es fundamental que las autoridades tomen medidas para garantizar su bienestar y protección.
