EL VENEZOLANO COLOMBIA
El régimen venezolano encabezado por Nicolás Maduro estaría considerando eliminar progresivamente el uso del petro, la criptomoneda oficial del país. Esta decisión forma parte de las consecuencias de la intervención de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip) y la falta de confianza en el criptoactivo.
A pesar de haber sido presentado como una alternativa para enfrentar las sanciones estadounidenses y establecer un sistema de pagos independiente del dólar, el petro no logró cumplir con las expectativas y se ha enfrentado a diversos obstáculos.
Problemas y decepciones del petro
El petro, inicialmente valorado en 60 dólares por unidad y respaldado por la producción petrolera y de oro, no logró posicionarse como una alternativa frente al dólar o al bolívar depreciado en Venezuela.
A pesar de su existencia, su uso se limitó a algunas empresas comerciales y no pudo utilizarse en operaciones internacionales debido a las sanciones impuestas por el expresidente estadounidense Donald Trump.
Inestabilidad y falta de confianza
La cadena de bloques del petro experimentó una parada que generó preocupación y desconfianza entre los usuarios y miembros activos de la comunidad de criptoactivos en Venezuela.
La Asociación Nacional de Criptoactivos denunció la situación, resaltando la indefensión y la falta de claridad para los usuarios del petro.
Deudas pendientes y posibles pérdidas
Según informes, se está elaborando un plan para pagar las deudas pendientes con los usuarios del petro, especialmente grandes cadenas de tiendas que aceptaron usar la criptomoneda oficial como medio de pago en alianzas comerciales con el gobierno.
Sin embargo, el riesgo de que el mecanismo de cancelación ajuste las deudas al tipo de cambio oficial podría generar pérdidas para los acreedores.
El fracaso de una propuesta económica
La eliminación progresiva del petro sería un símbolo del fracaso de la propuesta económica del gobierno venezolano en 2018 de crear una moneda respaldada por el petróleo.
Expertos señalan que el petro resultó ser ineficiente y poco confiable, vinculado con la gestión pública deficiente del país. Desmontar el petro implicaría abandonar ese discurso y reconocer su falta de éxito.
El proceso de eliminación del petro, la criptomoneda oficial de Venezuela, parece ser inevitable y se llevaría a cabo de manera progresiva y orgánica.
A pesar de haber sido presentado como una alternativa para enfrentar las sanciones y establecer un sistema de pagos independiente, el petro no logró cumplir con las expectativas y enfrentó numerosos obstáculos, incluyendo la falta de confianza, la inestabilidad de su cadena de bloques y la imposibilidad de utilizarse en operaciones internacionales.
El fin del petro representaría el fracaso de una propuesta económica y la necesidad de buscar nuevas alternativas para estabilizar la economía venezolana.