EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL TIEMPO
La masacre que dejó cuatro jóvenes muertos en el Putumayo, realizada por las disidencias de las Farc, llevó al Gobierno Nacional a suspender el cese del fuego con el llamado ‘Estado mayor central’ en cuatro departamentos.
El mismo presidente Gustavo Petro anunció la decisión al divulgar un comunicado en el cual se califica este crimen como «un hecho atroz que cuestiona la voluntad de construir un país en paz».
«No hay justificación alguna para esta clase de crímenes», dice el texto.
Ayer, precisamente, se conoció que detrás del asesinato de cuatro jóvenes del pueblo murui, en Putumayo, está el frente ‘Carolina Ramírez’, aliado del llamado ‘Estado Mayor Central’ de las disidencias Farc.
Los jóvenes -tres eran menores de edad- pertenecían a la comunidad Guaquira, y de acuerdo a un reporte de Indepaz el 15 de mayo lograron escapárseles a los hombres armados que los habían reclutado. Fue así como los volvieron a retener forzosamente dos días después, el 17 de mayo, para asesinarlos en la comunidad de Los Estrechos, en Solano, Caquetá, en plena frontera con el departamento de Amazonas.
El Gobierno informó que la decisión de suspender el cese del fuego se realizó tras escuchar a las comunidades «y debido a la grave violación del Derecho Internacional humanitario por parte de esta organización al margen de la ley, sumado a otros hechos que generan incertidumbre y zozobra en la población».
Antes de tomar la decisión, se convocó a delegados de las disidencias al mecanismo de monitoreo, pero decidieron no asistir.
«En consecuencia, se informa que el cese del fuego bilateral que había actualmente con este grupo armado en los departamentos de Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas», informó el Gobierno Nacional.
Luego de la decisión del presidente Gustavo Petro, el llamado ‘Estado mayor central’ publicó un comunicado donde enfatizaron que: «El rompimiento unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros, contrario a una política de paz total».
Además, indicaron que desde su experiencia, «este ha sido el gobierno menos serio para entablar conversaciones, al punto de que ni se han instalado los mecanismos locales del Mecanismo de Veeduría Monitoreo y Verificación.
Sobre la masacre del Putumayo, a la que no mencionaron directamente, indicaron que «los hechos que se nos acusan nunca fueron verificados e insistimos que en Caquetá, Meta y Guaviare no ha habido combates de ningún tipo, extorsiones o ajusticiamientos».