Después de que al menos 7,2 millones de venezolanos han migrado, en lo que representa uno de los mayores fenómenos mundiales de movilidad humana hoy en día, los ciudadanos de ese país aún tienen intención de salir de Venezuela en busca de nuevas oportunidades de vida como consecuencia de la crisis política, económica y social que sufre esa nación, según se desprende del último estudio de opinión sobre ese tema realizado por la firma venezolana Consultores 21.
Los resultados de esta encuesta, cuyo trabajo de campo se efectuó en diciembre de 2022 con una muestra de 2.000 hogares y cobertura urbano-rural, desmienten rotundamente el discurso que se ha venido dando desde el gobierno de Colombia, comenzando por el propio presidente Gustavo Petro y repetido en diversos escenarios por altos funcionarios de su administración, de que los migrantes venezolanos están regresando a su país, aseveración que se hace no sólo sin que se presenten cifras al respecto sino en franca contradicción con los números que se conocen de fuentes oficiales nacionales y organismos internacionales.
De acuerdo con el último informe Distribución de venezolanos y venezolanas en Colombia de Migración Colombia (publicado en febrero de 2023 y retirado posteriormente de su portal sin explicación alguna), en Colombia hay, con corte de octubre de 2022, 2.894.593 venezolanos, lo que representa un aumento del 64 % respecto a agosto de 2021. Y, según la plataforma interagencial R4V, la cifra de venezolanos que ha salido de su país hacia diversos destinos en el mundo subió a 7,2 millones, un incremento del 30 % en el último año.
La reciente encuesta llevada a cabo en Venezuela por Consultores 21 indica que el 27 % de la población venezolana, alrededor de 7,5 millones de personas, aún manifiesta deseos de migrar después de que más del 20 % de la población del país ha abandonado el territorio.
El porcentaje de potenciales migrantes se eleva al 40 % en la población entre 18 y 40 años y se va moderando en la medida que avanza la edad: 30% entre quienes tienen entre 25 y 44 años y 18 % entre quienes tienen 45 años o más. El único momento donde se registró un descenso en la intención de migrar fue durante la pandemia de la covid-19 por la gran incertidumbre que había.
La encuesta indaga específicamente sobre los países a los que quieren ir los venezolanos. Chile y Colombia encabezan la lista con el 19 % y el 15 %, respectivamente, seguidos por Estados Unidos (12 %), Argentina (11 %) y España (8 %). Colombia se ha mantenido estable, aunque con una pequeña tendencia a la baja desde 2019, mientras que el resto de los destinos muestra una clara curva ascendente en las preferencias enunciadas por los ciudadanos de Venezuela.
Sin embargo, si tomamos en cuenta que hasta la fecha Colombia ha recibido al 40 % de la migración total venezolana, podríamos estar hablando de que potencialmente podrían llegar tres millones de ciudadanos venezolanos más, lo que duplicaría la actual cifra que ya representa alrededor del 6 % de la población de Colombia.
Es poco probable que este último escenario se dé, pero aun considerando que se haga realidad una fracción del mismo (el 15% representaría 1.134.00 migrantes venezolanos nuevos em el país), estamos hablando de cifras importantes que impactarían económica, social y demográficamente a Colombia.
Además, hay que considerar que cualquier corriente migratoria venezolana que se dirija bien al sur o al norte del continente americano necesariamente debe pasar por Colombia, por lo que el país siempre será un territorio de tránsito donde los migrantes, muchos de ellos empobrecidos, pueden pasar semanas, meses o años juntando recursos para continuar sus viajes hacia países más lejanos.
La realidad muestra que el fenómeno de movilidad humana proveniente del vecino país continúa y que las condiciones que lo generan, centradas en la persistencia de una crisis humanitaria compleja, no han cesado más allá de la mejoría de algunos indicadores económicos en 2022 que no se sabe si se mantendrán este año. Un ejemplo es la inflación anualizada venezolana que ha repuntado alarmantemente y ya se sitúa por encima del 500 %.
Es necesario dejar de lado narrativas que conduzcan a un errado diagnóstico de la situación migratoria venezolana. Cometer este error no llevará sino a generar políticas públicas insuficientes y mal direccionadas que no harán sino empujar a la marginalidad a una proporción importante de los migrantes.
El esfuerzo de la sociedad colombiana, bajo el liderazgo del gobierno nacional, debe estar dirigido a atender con dignidad a esta población y fomentar su plena integración en la vida social y productiva del país.
Tapar el sol con un dedo no traerá nada bueno.