EL VENEZOLANO COLOMBIA | LA NACIÓN
El aterrizaje de un avión de Conviasa, tipo comercial, al aeropuerto internacional Juan Vicente Gómez, el pasado 15 de febrero, avivó las expectativas de los habitantes en torno a una posible reactivación de las instalaciones.
A más de un mes de ese escenario, la situación no ha cambiado. El puerto aéreo sigue cerrado para vuelos comerciales y esta próximo a cumplir 11 años sin abrir sus puertas para recibir a los usuarios. Solo vuelos privados y del Gobierno nacional llegan a la pista.
En tiempos de reapertura de frontera, donde urge recuperar el dinamismo de los municipios fronterizos Bolívar y Pedro María Ureña, se hace imprescindible la puesta en marcha del aeropuerto de San Antonio.
Escuchar el ensordecedor sonido de los aviones, no solo es un anhelo para los residentes, sino una necesidad para el reimpulso de varios sectores, como el hotelero, culinario y el transporte, cuya conexión es inexorable.
Juan Torres, habitante de El Palotal, parroquia de la jurisdicción, instó a las autoridades a no dilatar más esta posibilidad. «Queremos recuperar el título de la frontera más viva de Latinoamérica, y el aeropuerto es un punto esencial para comenzar», señaló.
Abrir el aeropuerto para vuelos comerciales, podría generar, en una primera fase, 150 trabajos directos y al menos 300 indirectos. La cifra pudiera subir a medida que las aerolíneas se vayan sumando.
Otro punto que urge es la recuperación de la malla que evita el ingreso de personas a la pista. En varios tramos, se encuentra caída o a punto de colapsar. Desmalezar y limpiar también le darían otro rostro a la fachada.