EL VENEZOLANO COLOMBIA | RADIO FE Y ALEGRÍA
En medio del escándalo y el desfalco que salpica a la principal empresa petrolera de Venezuela, Petróleos de Venezuela (Pdvsa), existe un silencio mutuo. Tanto el gobierno como el exministro de Petróleo, Tareck El Aissami no se han mencionado, ni han publicado algún tipo de señalamiento.
El silencio oficial sobre El Aissami se confirmó este sábado 25 de marzo cuando el Fiscal General de la República, Tareck William Saab, compareció ante la prensa para realizar, por primera vez, un balance del alcance de las investigaciones sobre el desfalco a Pdvsa.
Treinta y dos personas están incursas en los delitos en el caso de Pdvsa. No obstante, el que fungía como la principal figura de Pdvsa en condición de ministro de la cartera no aparece por ningún lado. Hasta este 25 de marzo, está exento de toda acusación, al menos de manera pública y oficial.
Sobre Tareck El Aissami no existe ninguna imputación, y aparentemente no ha sido mencionado o relacionado con algunos de los actores detenidos que confesaron su participación o vinculación con el desfalco a Pdvsa. Al no estar mencionado, parece indicar que tampoco es objeto de investigación.
Tanto la prensa nacional como la opinión pública esperaban que El Aissami fuera uno de los elementos de mayor valor en la trama de corrupción, sin embargo no ha sido así.
Juego de intereses
La posibilidad de que El Aissami lo nombres o relacionen con el desfalco podría tener un peso que pone en balanza los intereses del gobierno. También podría implicar riesgos ante la gran cantidad de información que podría tener como «seguro de vida» el exministro de Petróleo.
Además, significaría un golpe para quien ha sido uno de los aliados más acérrimos del chavismo, aunque algo distante del madurismo.
La última publicación de El Aissami a través de la red social Twitter es del 20 de marzo de 2023 cuando anunció su dimisión «con el propósito de apoyar, acompañar y respaldar totalmente este proceso» de investigación.
Por otro lado, el costo político que significaría un eventual «contrataque» desde un flanco inesperado por parte de El Aissami si así lo decide. Maduro debe medir con un pulso superior cada paso ante la cercanía de la elecciones presidenciales del año 2024.