EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL PITAZO
Con el fin de promover la integración cultural y fomentar una relación positiva entre los inmigrantes y las comunidades de acogida, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) en Perú y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desarrollan el proyecto Venezuela siembra cultura, en el que los venezolanos reciben capacitación para pulir su talento musical y conquistar sus sueños.
Llegar a un país desconocido implica para muchos aceptar múltiples trabajos que no se relacionan con sus profesiones u oficios, sin embargo, les permite cubrir sus gastos familiares. Ahora bien, con este programa los migrantes tienen la oportunidad de cambiar su realidad y prepararse para crear un futuro en el que la pasión por lo que hacen sea la protagonista de su historia.
Uno de los participantes del proyecto es el venezolano Rohony Farías. En una entrevista, contó que al llegar a Perú hizo todo lo que puede realizar un migrante. “Trabajé en un almacén, como botones, de recepcionista y luego en una empresa de transporte. Todo en paralelo a la música”, detalló, al indicar que tenía jornadas de trabajo de 12 horas seguidas.
Comentó que, a pesar de no sufrir xenofobia, sus inicios en la música fueron difíciles, pues no contaba con equipos de última tecnología como los peruanos, ya que tenía otras prioridades y gastos.
Además, afirmó que Venezuela “estaba unos pasitos atrás” en el ámbito de las redes sociales, por lo que no tenía vídeos para mostrar su trabajo. Ramos ingresó en el programa de la Unesco en 2021 con el objetivo de adquirir las competencias necesarias que le permitieran ayudar a las personas a difundir su música a través de las plataformas digitales.
Como parte del proyecto, señala que recibió información sobre cómo adquirir personalidad jurídica y financiamiento del Estado. Igualmente, al terminar la primera fase recibió una laptop y una cámara profesional. En la segunda fase se le otorgó una beca para estudiar marketing digital.
Contagiar a Perú la pasión por la música folclórica
Otro venezolano que destacó en el programa es Fernando Ramos, quien llegó al país andino en 2013 a contagiar a los peruanos su pasión por la música folclórica. En Venezuela se desempeñaba como docente de artes y músico con una amplia trayectoria como instrumentista y cantante de música llanera.
Ramos es también luthier de instrumentos de cuerda desde 2006, y llegó a realizar innovaciones para usar madera sostenible en sus instrumentos tradicionales, refiere una nota de prensa de la Unesco.
El larense, quien afirma extrañar las reuniones con sus amigos, se dedica a la construcción de instrumentos musicales, como la guitarra. Es por ello que su proyecto, que fue escogido entre los 20 de las 40 postulaciones, se trata exactamente de eso.
“Siempre soné con tocar un instrumento musical que yo mismo fabricara. (…) Ahora mi motor es que la gente de Venezuela que vive acá pueda disfrutar de su música con un instrumento que yo construí”, dijo el luthier y músico venezolano a la Unesco.
Uno de los requisitos para formar parte de esta oportunidad de crecimiento para los migrantes es haber trabajado con la cultura en su país de origen y haber trasladado ese aporte a Perú. En el caso de Ramos, no solo se dedica desde los 15 años a enseñar música a niños y adultos, sino que además sabe tocar el arpa, las maracas, el cuatro, la bandola y la guitarra.