EL VENEZOLANO COLOMBIA | INTEZ
Aunque con frecuencia pueda causar controversia en la discusión política, hoy en día hay evidencia de que los migrantes son una fuerza positiva para la economía de los países de acogida. Un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) sostiene que un aumento del 1 % en la población migrante puede representar un incremento de hasta un 2 % del PIB per cápita en el largo plazo.
Tanto los migrantes altamente calificados como los poco calificados representan una inyección de productividad para las economías que integran a estos trabajadores a su fuerza laboral.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, los migrantes poco calificados aportan a la economía anfitriona al suplir la demanda de trabajos esenciales que no son ocupados en su totalidad por la población nacional, mientras que los migrantes altamente calificados aportan talento y experiencia en aquellos sectores de la economía que al país anfitrión le interesa desarrollar o donde existen vacantes laborales por cubrir.
“Los migrantes representan una fuente de talento para las economías anfitrionas que en la actualidad ven la necesidad de atraer más y mejor talento humano. Los migrantes calificados traen habilidades ya desarrolladas que contribuyen a elevar el capital humano y la productividad de la fuerza laboral, lo que los convierte en un activo altamente aprovechable para cualquier país”, dijo Javier Echeverri, presidente de ManpowerGroup Colombia, compañía líder en servicios innovadores de capital humano.
En la actualidad, muchos países occidentales enfrentan una tendencia demográfica de pirámide invertida en la que la población envejece y la tasa de natalidad cae. Este fenómeno genera dificultades para garantizar y sostener en el tiempo el sistema de pensiones, el sistema educativo y de salud, los cuales necesitan de una fuerza laboral joven para financiarse.
En Canadá, por ejemplo, el ministro de migración, Sean Fraser, anunció recientemente que el ejecutivo planea recibir a casi 500,000 migrantes por año hasta el 2025, sumando un total de 1.5 millones de migrantes, una medida que busca hacer frente a la escasez de talento humano que afecta al mercado laboral canadiense y mantener el crecimiento económico.
La disposición de Canadá de dar la bienvenida a más inmigrantes para aumentar la capacidad productiva de la fuerza laboral y lograr sostener los servicios de seguridad social, supliendo casi un millón de vacantes en el mercado laboral, no es una medida atípica. Otros países también están avanzando políticas públicas y migratorias que buscan soluciones para fortalecer la fuerza laboral.
En Francia, el gobierno de Emmanuel Macron propuso un proyecto de ley que llegará a la Asamblea Nacional a principios de 2023, y que busca otorgar permisos de residencia para que inmigrantes indocumentados que residen en Francia puedan ocupar puestos de trabajo en los sectores de agricultura, hotelería y construcción, que están desesperados por llenar vacantes laborales.
“Muchos migrantes no calificados llegan a los países anfitriones con una incuestionable disposición a trabajar, algo que, si se aprovecha de la forma correcta, puede representar una solución para las economías con necesidad de ampliar y potenciar su fuerza laboral, especialmente en las industrias con deficiencias de mano de obra”, afirmó Echeverri.
Otro ejemplo es Alemania, donde los empleadores también están tratando de atraer migración capaz de suplir la capacidad productiva que falta debido a la escasez de trabajadores en el mercado, que ha obligado a muchas empresas a recortar su producción y le cuesta hasta 85 millones de euros anuales en pérdidas a la economía alemana.
El canciller alemán, Olaf Scholz, fijó el objetivo de atraer a 400 mil trabajadores calificados por año a Alemania, que actualmente es la economía más grande de Europa. Para mitigar los efectos de la falta de talento calificado, el plan propuesto incluye facilitar el acceso al aprendizaje del idioma, y otros cursos para ayudar a asimilar a los inmigrantes que estén dispuestos a apostar por desarrollar su carrera profesional en Alemania.
En Colombia, el Permiso por Protección Temporal (PPT), anunciado a comienzos de 2021, es un programa migratorio que permite regularizar a la población venezolana en Colombia, que es el país con mayor población migrante venezolana en el mundo.
Hasta la fecha, el programa ha abierto las puertas a 1.492.275 migrantes venezolanos que ya cuentan con una tarjeta de identificación nacional que les permite incorporarse a la fuerza laboral. Así, estos migrantes pueden contribuir activamente a aumentar el crecimiento, la productividad y la solvencia fiscal de la economía colombiana.
La iniciativa de regularizar e integrar a la población migrante venezolana en Colombia constituye un esfuerzo que reportará beneficios para el país a largo plazo.
De acuerdo con un reporte de la OCDE, los inmigrantes que han sido integrados a la fuerza laboral, tienen un impacto favorable para la economía anfitriona, y su empleabilidad es un factor determinante en su contribución fiscal, lo cual representa una enorme ganancia para la población nacional en aquellos países que cuentan con beneficios sociales. Es por esta razón que elevar la tasa de empleo en la población migrante supone un beneficio sustancial para la economía.
De acuerdo con la Organización Internacional para los Migrantes, en 2020 había un estimado de 281 millones de migrantes en el mundo, 128 millones más que el número de migrantes estimado en 1990. Aquellos países que configuren programas eficaces y alineados con el interés nacional, podrán atraer talento humano migrante para potenciar con éxito su crecimiento y productividad.