Las barreras que frenan el empuje de los migrantes venezolanos en Ecuador

◉ Un estudio elaborado por la Cámara Empresarial Venezolana Peruana y la Konrad-Adenauer-Stiftung revela que el impacto de los venezolanos en la economía de Ecuador es positivo

EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL PITAZO

En busca de nuevas oportunidades, son muchos los venezolanos en el extranjero, en particular en Ecuador, que han decidido iniciar un proyecto propio que les permita generar un ingreso, adicional en algunos casos, con el cual puedan costear sus gastos y ayudar a sus familiares que permanecen en Venezuela.

Sin embargo, son varias las trabas burocráticas o migratorias que deben superar para sacar adelante sus emprendimientos. Es el caso de Ida Sandrea, una venezolana de 53 años de edad, que salió de Maracaibo a Ecuador junto a su hija, Andrea Estrella.

En el país andino unió su pasión por el tejido y la ganas de salir adelante para crear su marca Ida Sandrea Crochet, un emprendimiento donde elabora piezas tejidas, además de atender diversos pedidos con los que ha logrado pagar sus cuentas en Ecuador.

Pero su situación migratoria limita la expansión de su negocio. La venezolana contó a GK que haber entrado por una trocha a suelo ecuatoriano se convirtió en un gran inconveniente para ella, pero reconoce que no tenía otra manera de hacerlo, pues emigró en medio de la pandemia del COVID-19, cuando la frontera estaba cerrada.

Indicó al medio digital independiente de Ecuador que gana alrededor de 300 dólares mensuales. “A veces hago más, otras veces un poco menos, porque todo depende de los pedidos, pero estoy en un punto en el que mi negocio no puede crecer más”, dijo a GK.

Es una situación que se repite con frecuencia y afecta a un conjunto de venezolanos emprendedores. Sin embargo, algunos han conseguido un impulso en medio de su situación y obtenido formación financiera y patrocinio a través de la organización Usaid, que cuenta con un programa enfocado en ayudar a las personas migrantes a desarrollar emprendimientos.

En su reportaje, el medio ecuatoriano GK también destaca el caso de Lenis Sosa, una venezolana que sí entró a Ecuador por un paso regular y, junto con unas socias, abrió Nutri Coffee, una cafetería ubicada en la localidad de Carapungo, al norte de Quito.

Sin embargo, es ahora cuando inició su proceso de regularización. Sin sus papeles en regla, la venezolana no puede abrir una cuenta bancaria, una dificultad que ha podido sortear gracias a una compañera ecuatoriana, refiere la nota de GK.

Al no estar regularizada su situación migratoria, el negocio de Sosa ha visto frenar su empuje porque no cuenta con el Registro Único de Contribuyente (RUC), un instrumento que sirve para realizar alguna actividad económica de forma permanente u ocasional en Ecuador.

El valor de la migración venezolana

El Estudio de la contribución actual y potencial de la migración venezolana en la economía ecuatoriana, elaborado por la Cámara Empresarial Venezolana Peruana y la Konrad-Adenauer-Stiftung, revela que los migrantes venezolanos tienen un impacto fiscal neto positivo para la economía de Ecuador. En números, representan una suma de 31.986.552 dólares, lo que se traduce en un 0.03% del PIB de ese país.

“En términos generales, el impacto tributario es positivo, y existen varios rubros de alto consumo por parte de este sector poblacional que aportan en gran medida al fisco”, refiere la investigación de septiembre de 2022.

El estudio destaca que una de las ventajas con las que Ecuador cuenta es que el mayor número de migrantes venezolanos que llega a su territorio son personas jóvenes, con ganas de trabajar y la intención de superarse. Sin embargo, gran parte de la población venezolana que entra a suelo ecuatoriano lo hace de manera irregular, lo que se convierte en un factor negativo al momento de buscar empleo o iniciar un negocio propio.

Jóvenes y formadospero sin papeles

Otro hallazgo es que 45,7% de la población migrante venezolana cuenta con títulos de tercer nivel, «lo que los convierte en un sector poblacional que puede ser muy productivo y se encuentra capacitado para insertarse en el ámbito laboral de manera efectiva».

Sin embargo, al igual que Sosa y Sandrea, un conjunto de los venezolanos en Ecuador choca con las mismas barreras: aquellas relacionadas con la regularización, lo que les impide insertarse en el mercado laboral formal a pesar de encontrarse en plena capacidad de realizar ciertos tipos de trabajo.

“El no contar con un documento ni una condición migratoria impide que puedan acceder a empleos aptos para ellos, y además no logran acceder a todos los beneficios que por ley les corresponden”, se lee en el informe.

Recomendaciones para superar las barreras para la regularización

Entre las dificultades para acceder a la regularización, la investigación identifica los altos precios de las visas y los largos y complejos procesos de legalización. “Esto ocasiona que los migrantes no opten por este proceso, ya que no cuentan con los recursos para llevarlo a cabo”, apunta .

Frente a ello, el estudio recomienda al Estado ecuatoriano establecer un plan de pagos para la solicitud de visa, así como para las multas. “Esto fomentaría a la población migrante a realizar el proceso de regularización y de esa manera poder insertarse de manera efectiva en la sociedad. De igual manera existiría un mayor control por parte del Estado para mantener información actualizada del flujo migratorio”.

Los autores de la investigación confían en que el proceso de regularización migratorio que inició Ecuador en septiembre de este año abra mayores oportunidades para las personas que actualmente ya se encuentran económicamente activas, pero que no han podido potencializar sus capacidades debido a estas dificultades.

“De igual manera abrirá puertas a las personas que no han podido insertarse en el mercado laboral, sin embargo, todavía existe mucho trabajo que realizar. El trato justo e igualitario para personas migrantes es un eje fundamental, es deber del Estado velar por los derechos de estas personas, y esto también potencializa los beneficios que los fenómenos migratorios traen consigo”, concluye el Estudio de la contribución actual y potencial de la migración venezolana en la economía ecuatoriana.

Ecuador se ha convertido en el tercer país de acogida de la población migrante venezolana en el mundo, después de Colombia y Perú, con 502.214 personas en su territorio, según estimaciones de la Plataforma R4V.

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