EL VENEZOLANO COLOMBIA | WORLD VISIÓN
Este compromiso se plasmó en el evento ‘Construyendo futuro con Esperanza’ que tuvo lugar ayer en un cine del norte de Bogotá. Población migrante, refugiada, colombianas retornadas o parte de las comunidades de acogida, junto con autoridades, ONG internacionales y donantes, conversaron sobre los logros de la primera fase del programa y los próximos retos.
En las pantallas grandes de cada sala se compartieron algunas historias a quienes apoyó el programa, y luego varias de ellas charlaron sobre sus vivencias de migración y superación con el público. Las principales conclusiones fueron la urgencia de apoyar a quienes siguen llegando a Colombia a buscar una vida mejor y la necesidad de apostar por su integración socioeconómica.
En ese sentido, la nueva fase del programa brindará espacios de capacitaciones a personas migrantes, refugiadas, retornada y a comunidades de acogida en temas de emprendimiento, empleabilidad, manejo de ahorros y sobre cómo incrementar su estabilidad financiera y facilitar su acceso al mercado laboral.
Según el último Plan de Respuesta a Migrantes y Refugiados, hay 5 millones de personas migrantes, refugiadas y de comunidades de acogida en Colombia que tienen necesidades humanitarias.
Ante este contexto, la financiación es clave para consolidar cambios duraderos en las vidas de quienes deciden quedarse en Colombia. Shanti Sattler, directora del Consorcio VenEsperanza, subrayó que este nuevo acuerdo significa un paso adelante, aunque reconoce que es muy difícil cubrir todas las necesidades, si no hay un apoyo constante de la comunidad internacional.
Además, explica el papel de la integración económica en esta nueva etapa. “En estos primeros años, vimos cómo muchas personas con muy poco montaron un negocio para poder sostenerse y más que tienen el interés y la ganas de hacerlo. Vamos a ir un paso más allá de la ayuda humanitaria de emergencia y les acompañaremos en este camino de la búsqueda de ingresos estables a través de actividades para apoyarles para ahorrar, buscar empleo formal y el desarrollar emprendimientos”.
La primera fase de VenEsperanza logró apoyar a más de 416.000 personas migrantes y refugiadas venezolanas, colombianas retornadas y de comunidades de acogida, superando la meta inicial de 374.865. Angélica, fue una de las participantes del programa en La Guajira, y explicó lo que significó ese apoyo para construir una vida más digna en Colombia.
“Cuando llegó VenEsperanza fue una bendición para nuestras vidas porque fue un cambio que no esperábamos, no solo para mí sino para toda la comunidad”.
Además, en los primeros 4 años de actividades, casi 96.000 niñas, niños, y comunidades recibieron servicios complementarios de nutrición y más de 26.000 personas obtuvieron orientación sobre cómo acceder al Estatuto Temporal para la Protección de Venezolanos (ETPV), que facilita la residencia temporal, el acceso a derechos de salud y al trabajo legal en Colombia.
También, durante el último año, se realizó el pre-registro de más de 5.000 ‘caminantes’ para evaluar si podían facilitarles apoyo, reconociendo los riesgos adicionales que enfrentan, al transitar por algunas de las rutas más peligrosas del país sin redes de apoyo, ni información sobre el país.