EL VENEZOLANO COLOMBIA
Pocos instrumentos son considerados una sombrilla capaz de salvaguardar tradiciones, cultura e identidad, como lo es el cuatro venezolano. Una pequeña guitarra de cuatro cuerdas que a lo largo de los siglos ha vivido una ardua travesía, igual como lo han hecho más de seis millones de venezolanos que cada día se mezclan con nuevas culturas alrededor del mundo. Y cuyas historias se verán reflejadas desde el 7 al 31 de julio, durante el cierre de temporada de Miami New Drama en el Colony Theatre, en Miami Beach.
Protagonizada por la actriz y cantante, Mariaca Semprún [Piaf y La Lupe]; el virtuoso cuatrista Miguel Siso [ganador del Latin GRAMMY]; el arpista Eduardo Betancourt [ganador del Latin GRAMMY]; el bandolero Mafer Bandola [Proyecto Ladama]; y el prodigioso baterista Adolfo Herrera, Papá cuatro, constituye una pieza indispensable ya que acerca al público de Miami al teatro musical documental, una experiencia pocas veces vista en la que los espectadores y los artistas podrán empatizar e incluso drenar emociones compartidas a través de la música.
“Es una obra que enaltece a virtuosos músicos venezolanos que en los últimos años han buscado suerte en diversos territorios encontrándose con resultados muy diversos. En algunos casos han disfrutado del éxito vertiginoso; y en otros, han tenido que enfrentarse a caminos no exentos de dificultades”, dijo Juan Souki, escritor y director de la pieza, quien destacó que, sin importar los triunfos o derrotas de quienes emigran, Papá cuatro honra el proceso de reconstrucción y reinvención de quienes lo hacen, por medio de un viaje épico que honra las raíces y el renacer de los migrantes en Miami.
“La pieza es protagonizada por grandes y talentosos músicos que, aunque tuvieron vidas ‘resueltas’ en el pasado, debieron comenzar de cero, y en esta obra revelan por primera vez de cara al público quiénes eran y quiénes son hoy en día.
Toda una apuesta biográfica y documental que se hilvana musicalmente con el cuatro, el instrumento nacional de Venezuela que al igual que los protagonistas de la obra, emerge como un viajero que aunque “siempre llega como extranjero a la fiesta, termina jugando como local”, agregó Souki.
SOBRE LA OBRA
Con un tributo a Simón Diaz y exaltando un repertorio que rinde homenaje a la música tradicional de Venezuela, ya que recorre todos los géneros regionales del país, Papá cuatro celebra la vida y la música en medio de una escenografía inspirada en un estudio de grabación con toques vintage y futuristas. Evocando la nostalgia, pero a la vez exaltando la riqueza de otra época y de un lugar que, aunque refleja el paso del tiempo, continúa vigente.
Sin duda, esto también permite a sus protagonistas compartir visiones llenas de nostalgia, pero asumiendo el desarraigo sin melancolía.
“Es un honor contar en esta obra con estos notables artistas que tienen tanto que compartir. Como es el caso de Miguel Siso, cuatrista venezolano que ha tomado un camino muy atípico radicándose en Irlanda. Él allí goza de una carrera exitosísima, pero muy desconectada de América, lo que enriquece mucho su testimonio. Por otra parte, tenemos a Eduardo Betancourt, un caraqueño que se ha convertido en uno de los exponentes más grandes de la música llanera. Y también nos acompaña Mafer Bandola, quien emigró muy joven y compartirá sus vivencias revelando cómo logró crecer como mujer en el mundo llanero, que es extremadamente masculino”, dijo Juan Souki.
Papá cuatro también honra y celebra la carrera de Adolfo Herrera, uno de los percusionistas más prolíficos, quien estudió en Berklee y tiene una intensa vida como migrante llena de contradicciones, lo que hace que su historia este llena de sabiduría. Y finalmente, Mariaca Semprún, cantante y actriz quien debió emigrar de forma forzada junto a su esposo [Leonardo Padrón], y que a pesar de venir de la academia supo encontrar un camino único en la música tradicional.
◉ Con información Diario las Américas