EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL TIEMPO
La difícil situación que atraviesa Venezuela motivó a Mariana Mayerlin Hernández a dejar el estado Zulia en 2018. Arregló una maleta que cargaba más ilusiones que ropa y fijó su destino en Barranquilla, donde encontró un programa solidario.
Se trata del Centro de Integración Local para Migrantes (CILM), un espacio de orientación y referenciación para la población migrante, refugiada y retornada, que habilitó la alcaldía distrital un año después de la llegada de la mujer.
“Llegué buscando nuevos horizontes, un futuro para mi familia, ya que la situación en Venezuela es muy difícil. Empecé a vivir en el sector de La Loma, en una casita de tablitas humildemente, gracias a Dios, junto con toda mi familia”, dice Hernández.
Al asentarse en la isla, encontró una población vulnerable, conformada por aproximadamente 2.500 familias entre migrantes venezolanos, colombianos retornados y colombianos.
“Había mucha xenofobia, no teníamos empleo, no había escolaridad, no teníamos acceso a salud, todas esas cosas que para todos es muy importante y nos imposibilitaba mucho”, recuerda la mujer, de 47 años.
Por lo anterior, hizo valer su espíritu de liderazgo, empezó un trabajo comunitario y salió “tocando puertas” con el propósito de buscar soluciones a las problemáticas que afectan a los migrantes venezolanos y a los colombianos retornados.
Hay que recordar que, en su discurso de apertura del reciente Congreso Mundial de Juristas, el alcalde Jaime Pumarejo indicó que esta población migrante significa el 10 por ciento de los habitantes en la ciudad, que en los últimos dos años ha acogido a “más de 150.000 amigos y hermanos venezolanos”.
El proceso que siguió para acceder al CILM
Como representante de la comunidad, la mujer dio a conocer las precarias condiciones en La Loma en entidades públicas, privadas y sin ánimo de lucro, entre ellos el Consejo para Refugiados, que la enlazó finalmente con el CILM apenas este abrió sus puertas.
“El Centro Integral ha facilitado su gran labor a nuestra población migrante dentro de la comunidad, dándonos apoyo en todos los aspectos. Gracias a ellos, la comunidad cuenta con registro, han llevado su equipo de trabajo al sector para facilitar el proceso a aquellos que se les dificulta la venida al Centro para el Migrante, la comunidad se ha sentido muy satisfecha”, expresa.
De acuerdo con la coordinadora del CILM, Íngrid de la Pava, desde que este centro fue habilitado en diciembre de 2019 hasta ahora atiende de manera presencial a 400 personas diarias.
“Algunos beneficiarios hoy son migrantes que están trabajando y que tienen una integración socioeconómica en Barranquilla, que es lo que buscamos en la población migrante, porque vemos la migración como una oportunidad. Le hemos apostados a recibir la migración y adecuar las rutas”, explica la coordinadora en el marco del Día Internacional del Migrante, establecido para cada 18 de diciembre.
El espacio ofrece de manera centralizada la oferta institucional de distintas dependencias como Educación, Salud, Gestión Social, entre otras; así como el acompañamiento de los aliados internacionales, a quienes lo requieran.
El programa tiene un espacio protector para los niños migrantes. Foto:Prensa Alcaldía de Barranquilla
En el caso del sector La Loma, la lideresa Mariana Hernández cuenta que “han recibido apoyo por parte de organizaciones internacionales, escolaridad para 740 niños migrantes y salud para la comunidad en general”.
Dentro de su oferta, la Secretaría de Gobierno señala que el Centro de Migrantes cuenta con dos espacios protectores operados por el Plan Internacional/OIM. Adicionalmente, tiene espacios concedidos a organizaciones de base para atención a mujeres gestantes.
El primer espacio protector para menores de edad está enfocado en el fortalecimiento educativo para la niñez migrante y refugiada escolarizados o no escolarizados. Inició operación en julio de 2021 con 51 atenciones; agosto, con 40 atenciones; septiembre, con 32 atenciones. Además, atienden 13 niños con discapacidad.
El segundo espacio protector para menores es un punto amigable para la niñez migrante y refugiada. El objetivo es generar las condiciones pedagógicas necesarias para un ambiente favorable y seguro, que a su vez permita promover habilidades de afrontamiento y resiliencia frente a los eventos críticos que afecten en cualquier medida a niños y adolescentes.
“Nos ha permitido contar con zonas educativas y lúdicas, y para actividades de conocimiento e identificación de factores donde se puedan vulnerar posiblemente los derechos de los niños e inmediatamente referenciar a las autoridades competentes para analizar los datos de cada uno”, detalló la secretaria de Gobierno, Jeniffer Villarreal.
Los canales de atención en el Centro de Migrantes
La funcionaria agregó que, como parte de estos espacios protectores, también se brinda un plan de merienda saludable que permite que los niños cuenten con un espacio idóneo para la alimentación, escucha y el acompañamiento psicosocial.
La coordinadora De la Pava recordó que la población migrante interesada en acceder a las ofertas del CILM puede asistir a la calle 45 No. 44-94, de lunes a viernes entre las 8 a. m. y las 4 p. m.
Quienes requieran alguna petición especial o solicitar información pueden hacer el proceso a través de correo del Distrito, atencionalciudadano@barranquilla.gov.co, o a través de la Línea Alba, 195.
Así, la población migrante de La Loma, encabezada por Mariana Hernández, entre otras comunidades, han acudido a esa ‘mano amiga’ que le brinda el Distrito cuando deciden poner sus esperanzas en Barranquilla.