EV COLOMBIA | DW
«México y Estados Unidos deben trabajar juntos para enfrentar la crisis de violencia contra migrantes, para dar marcha atrás a dañinas políticas fronterizas y para que atajen de manera conjunta las causas que provocan la migración en Centroamérica. Asimismo son necesarias urgentes medidas que acompañen el largo y peligroso viaje de migrantes a través de México”, sostiene un comunicado de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos(WOLA).
La organización condenó y manifestó su profundo dolor por el hallazgo de 19 personas carbonizadas en un camino rural en la localidad de Camargo, Tamaulipas, cerca de la frontera con Estados Unidos.
El padre de una de las víctimas, un joven que abandonó el 12 de enero pasado el poblado de Comitancillo, en Guatemala, rumbo a Estados Unidos, aseguró que un traficante de personas lo llamó para informarle que lo mataron y lo quemaron, junto con los demás migrantes.
Los sucesos ocurrieron en el estado mexicano de Tamaulipas, la ruta más corta para llegar a Estados Unidos desde Guatemala, pero sumamente peligrosa por la presencia de bandas criminales que secuestran, extorsionan y asesinan a migrantes.
ABUSOS Y CRÍMENES CONSTANTES CONTRA MIGRANTES
El perverso asesinato múltiple recuerda a otras masacres, como el emblemático caso de 72 migrantes asesinados en la localidad de San Fernando, ocurrida en 2010 y perpetrada por sicarios del cártel de Los Zetas.
Desde comienzos de 2019 el gobierno de EE.UU. lanzó el llamado Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, según sus siglas en inglés), conocido como «Quédate en México”, que obligó a unas 60.000 personas provenientes de Honduras, Guatemala, El Salvador y México a aguardar en territorio mexicano la resolución judicial de sus solicitudes de asilo en Estados Unidos.
La organización Human Rights First publicó en enero de 2021 una listacon 1.300 casos de asesinatos, violaciones, torturas, secuestros y otros ataques cometidos contra solicitantes de asilo amparados bajo ”Quédate en México”.
«Esperamos que haya más presión por parte de Estados Unidos sobre cómo México está atendiendo a los migrantes, tanto a los que están en la frontera bajo el programa «Quédate en México”, como en casos como el de Tamaulipas. Se trata de continuos delitos contra migrantes en tránsito en el país”, afirma Maureen Meyer, vicepresidenta para Programas de WOLA, en conversación con DW.
La experta en políticas y estrategias para avanzar en la defensa de los Derechos Humanos y la Justicia Social en América Latina sostiene que si Estados Unidos quiere ser eficaz al presionar a México, también tiene que hacer más para atender todas las denuncias del lado estadounidense en el tema migratorio. «Esperamos que la cooperación migratoria incluya la investigación de delitos trasnacionales contra migrantes, tanto las redes de traficantes de migrantes, como las redes criminales que abusan de los migrantes en su camino”.
EL PESADO Y NEGATIVO LEGADO DE TRUMP
Meyer destaca que los cuatro años de gobierno de Trump dejan un legado muy negativo en todos los aspectos de la política migratoria. «Emitió más de 400 órdenes ejecutivas en materia migratoria que buscaron limitar la migración legal a los Estados Unidos y hacer más difícil acceder a la ciudadanía, así como cerrar por completo la posibilidad de buscar protección en el país. Fue un intento por cerrar Estados Unidos a la migración de cualquier índole, acompañado con presiones y amenazas contra otros países, en particular México y Centroamérica, para que endurecieran sus políticas migratorias y que se convirtieran en países receptores de personas buscando protección”.
En enero pasado, militares y policías en Guatemala cercaron y reprimieron con uso excesivo de la fuerza a miles de hondureños que buscaban llegar a Estados Unidos, mientras que el gobierno de López Obrador redobló el blindaje en la frontera entre México y Guatemala. Unos 3.500 migrantes, entre ellos mujeres con niños, huían de San Pedro Sula, devastado por los huracanes Eta e Iota. Al primer contingente se sumaron otros hasta llegar hasta las 9.000 personas, según las autoridades guatemaltecas, que argumentaron preocupaciones por la pandemia de coronavirus.
México cooperó con Trump en la contención de las caravanas de migrantes, ante las amenazas del magnate sobre una guerra arancelaria a las exportaciones mexicanas. El gobierno de López Obrador militarizó su frontera sur y endureció el ingreso de migrantes provenientes de Guatemala. Sin embargo, durante una conferencia telefónica entre el mandatario mexicano y Joe Biden antes de Navidad, ambos acordaron iniciar un nuevo camino en la política migratoria. Se comprometieron a promover la cooperación entre ambos países para asegurar una migración segura y ordenada, contener el coronavirus, impulsar las economías de ambos países y asegurar la frontera común.
LA LLEGADA DE BIDEN, UN HITO EN LAS RELACIONES CON AMÉRICA LATINA
Biden, siendo vicepresidente bajo la Administración Obama, visitó 16 veces Latinoamérica, y designó a su entonces asesor, Juan Sebastián González, nacido en Colombia, como nuevo director de Asuntos Hemisféricos en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC).
El politólogo español Manuel Alcántara Sáez, catedrático de la Universidad de Salamanca y experto en Latinoamérica, considera un hito la llegada de un presidente como Joe Biden a la Casa Blanca. «Parece plausible que promoverá en su relación con la región el estado de derecho y el tema del cambio climático, preocupaciones que Trump ignoró por completo. Biden entiende que promover una región segura, democrática y de clase media está en el interés de los Estados Unidos”, afirma. «Además, y puesto que durante 2021 será el anfitrión de la trienal cumbre de las Américas, las expectativas con relación a un cambio radical con respecto al período (Trump) que ahora se cierra, son evidentes”, sostiene Alcántara Sáez, en un amplio análisis sobre la agenda política latinoamericana en el primer año de la presidencia de Joe Biden, publicado en la plataforma Le Grand Continent.
Maureen Meyer destaca que Biden ya introdujo una propuesta de reforma legislativa, la más integral en décadas, sobre cómo otorgar un camino a la ciudadanía a los 11 millones de indocumentados en el país. «Esta propuesta también incluye el atender las causas que provocan la migración, sobre todo de Centroamérica, a los Estados Unidos”, afirma. «Es un paquete muy importante que incluye la promesa de cancelar las políticas de Trump respecto al acceso al asilo, y de reinstalar programas que permitían el ingreso de menores de edad si tienen familiares en Estados Unidos”.
«En donde vemos más fuerte el gobierno de Biden es en la situación en Centroamérica, que es en donde él como vicepresidente y su asesor Juan González trabajaron mucho y presionaron a los gobiernos centroamericanos para que atiendan el problema de la corrupción y el fortalecimiento del Estado de Derecho”, afirma la experta.
LA GENTE NO PUEDE ESPERAR
Sin embargo, Meyer manifiesta su preocupación ante recientes declaraciones de Juan González durante una entrevista al portal salvadoreño El Faro. Net.
«El mensaje que dio Juan González, de que la gente debe esperar, preocupa porque hay gente que no puede esperar porque sus vidas están en peligro. Eso implica que México tendría que seguir aceptando solicitudes de protección y que Estados Unidos tiene que abrir lo más pronto posible su sistema para asegurar la protección a esa gente, mientras ambos países trabajan en un reto de largo plazo en la creación de condiciones en los países centroamericanos para que la gente no tenga que huir”.
La experta destaca que la gente está migrando con o sin caravanas. «Hay gente que emigra todos los días de Centroamérica. Por hambre, o porque perdieron todo durante los huracanes y no tienen a dónde ir, o porque huyen de la violencia. Más allá de cómo van a atender los gobiernos de la región un movimiento masivo de personas, hay que ver qué van a hacer con esta migración continua que está sucediendo cada día, debido a la necesidad económica o a la inseguridad, que provoca que mucha gente no pueda esperar”.
◉ Para lectura completa pulse ➦Aquí