¿Quién lo iba a creer? En un país petrolero llamado Venezuela, ubicado en la parte más septentrional de la América del Sur, por fin, y gracias a una cosa que llaman revolución , todos sus habitantes, luego de más de veinte años d gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, todos sus habitantes son millonarios .
Si señor. Millonarios , con el pequeño problema de que esa mayoría de millonarios son todos unos muertos de hambre.
Un pensionado es millonario porque tiene un ingreso mensual de un millón doscientos mil bolívares, pero no le alcanza ni para comprar un paquete de harina de maíz para comerse unas arepas y saciar su hambre revolucionaria mucho menos tiene para comprar un medicamento que le controle la hipertensión arterial , enfermedad propia de los años en un ser humano.
Un pensionado es millonario porque tiene un ingreso mensual de un millón doscientos mil bolívares, pero no le alcanza ni para comprar un paquete de harina de maíz.
ACABANDO CON LA POBREZA A CAUSA DEL HAMBRE
Vaya paradoja trágica .Chávez prometió que iba a acabar con la pobreza y ahora Maduro lo está apuntalando en ese empeño del que bautizaron el intergaláctico, pues de verdad que están acabando con los pobres a causa del hambre.
Vean que casi que terminan con las vidas de unos seis millones de pobres venezolanos que tuvieron que dejar su suelo patrio porque el hambre causada por Nicolás Maduro los obligó a dejar el pelero y salir por las fronteras patrias a buscar en otros países del continente el sustento que aquí se les niega.
Maduro, el usurpador y destructor del país, prometió, como lo viene haciendo desde hace seis años que recrudeció la crisis económica y social, que este 2021 sería el de la recuperación .
MOTORES ECONÓMICOS SE FUNDIERON
Ya los motores de hace años quedaron en el olvido porque se fundieron al intentar ponerlos en marcha. Ya el primer mes del año está culminando y en lugar de observarse la llegada de los buenos tiempos que ofreció , se ven densos nubarrones que hacen presagiar que la situación será peor este año y será insostenible, agravada aún más por la pandemia para la cual el régimen no tiene más respuestas que unas presuntas gotas milagrosas que ninguna comunidad científica puede avalar porque no cumple con los estándares de rigor .
El dólar , tanto paralelo cómo el oficial , al cual no le pudieron “torcer el cogote” , Maduro dixit, sigue en su loca carrera a la estratosfera y en ella arrastra al Bolivar soberano de la revolución donde el billete de mayor denominación no alcanza ni para comprar un triste pan francés .
Los millonarios pobres de Venezuela no pueden vivir como los millonarios ricos de otros países adonde no llego una maldicion de revolución cómo la que ha dejado asolada a Venezuela. Los millonarios de Venezuela que viven asalariados ya no pueden comprar un kilo de lomo o un cartón de huevos, mucho menos un pollo, ni medicinas, ni enseres del hogar. Los millonarios de Venezuela son unos muertos de hambre que caminan hacia sus trabajos con sus calzados llenos de huecos porque no les da el tiro para comprar unos nuevos.
Los millonarios de Venezuela, ya antes de la pandemia , no podían enviar a sus hijos a clases porque no tenían como darles un buen desayuno y la revolución acabo con la alimentación que recibían los escolares en sus centros de estudio. Los millonarios de Venezuela son unos muertos de hambre, hecho en revolución.