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El más reciente estudio de la firma Raddar, que estudia los hábitos de consumo en Colombia, se centró en la migración. Y uno de los puntos que destaca es el de la formación académica de los migrantes venezolanos en el país. Si bien en un inicio su formación académica era alta, con el paso de los años (y de las oleadas migratorias) esta tendencia se revertió y hoy en día la mayoría de los ciudadanos de la nación vecina no tienen un alto nivel de formación.
Así, el informe resalta que “las condiciones académicas juegan un papel importante para la inserción al mercado laboral, donde la experiencia no es lo único necesario para la realización de cualquier actividad, también lo es la validación de la formación académica”.
De este modo, es de crucial importancia para el país que esta nueva población (que según datos de Migración Colombia asciende a 1.722.919) pueda tener acceso a educación y formación para que, a través de mejores trabajos, pueda aportar a la economía. En especial porque, como resalta el estudio de Raddar, buena parte de los migrantes actualmente tienen entre diez y 29 años.
Es decir, edades que por lo general son cruciales para la vida académica de los colombianos. Pero hay otro punto: a largo plazo, cinco años en adelante, habrá cada vez más niños de padres venezolanos nacidos en el país y que tendrán que iniciar su proceso académico como cualquier otro infante venezolano.
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