EL VENEZOLANO COLOMBIA
La palabra «Macondo» quedó grabada en la mente de Gabriel García Márquez el día en que la vio a la entrada de una plantación bananera y un libro recorre ahora la historia de este término desde su aparición en los primeros relatos del autor hasta su consagración como «territorio mítico» de la literatura.
«Camino a Macondo. Ficciones 1950-1966», publicado por Literatura Random House, viaja por la historia de la palabra «Macondo» desde su tímida aparición en los primeros relatos de Gabriel García Márquez hasta su eclosión en novelas como «La hojarasca», «El coronel no tiene quien le escriba» o «La mala hora».
La edición del libro ha sido realizada por Conrado Zuluaga, experto en la obra del Premio Nobel de Literatura colombiano, un volumen que acerca a la antesala de la creación de «Cien años de soledad» y a la evolución de Macondo.
«Macondo, no es un lugar, sino un Estado de ánimo que le permite a uno ver lo que quiere ver y verlo como quiere», aseguraba García Márquez (1927-2014), quien sostuvo en diversas ocasiones que para escribir cada libro primero había que aprender a escribirlo.
«A él le tomó casi veinte años ‘vivir’ en Macondo para aprender a escribir su novela ‘Cien años de soledad'», sostiene Zuluaga.
García Márquez se inició en la literatura y el periodismo casi al mismo tiempo, poco antes de los años 50. Con sus amigos se embarcó en la publicación de la revista «Crónica», un semanario literario-deportivo, en cuyo número 6 (del 3 de junio de 1950) aparece un texto suyo con el título «La casa de los Buendía» y el subtítulo «Apuntes para una novela», al que seguirá «El regreso del coronel». Allí estan los inicios de la famosa estirpe que protagonizará «Cien años de soledad».
En esos primeros textos, el pueblo es genérico, explica Zuluaga, que señala que la primera mención de Macondo «puede pasar desapercibida»: Es en el cuento «Un día después del sábado» que se publicó en 1954 donde aparece un Hotel Macondo. Y en 1955 en otra revista publicó un texto titulado «Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo».
Unos escenarios en los que ya se adivinan atmósferas y olores que se repetirán en «Cien años de soledad».
Junto a estos primeros textos, la antología reúne las obras del Premio Nobel de Literatura «La hojarasca», «El coronel no tiene quien le escriba», «Los funerales de la Mamá Grande» y «La mala hora».
Con ellos, el responsable de la edición de «Camino a Macondo» ha querido mostrar la búsqueda de García Márquez, a través de varios textos anteriores a «Cien años de soledad», de «ese mundo alucinado de ficción que tiene la ambición de ser real».
Se trata de un viaje cronológico a través de las ficciones sobre las que se apuntala uno de los territorios míticos más importantes de la literatura universal hasta llegar a «Cien años de soledad», donde Macondo y el realismo mágico alcanzaron su máximo esplendor, indica.