Trump y las elecciones del 3 de noviembre | Por: José Toro Hardy

➥ El autor es periodista y editor adjunto de Analítica

El 3 noviembre tendrá lugar una de las elecciones más complejas en los EEUU. Se producen en medio de un ambiente polarizado que en opinión de algunos amenaza con llevar el péndulo de un extremo a otro del espectro político,

Las políticas de Trump son conservadoras y sus posiciones de derecha. Bajo tales circunstancias, el péndulo suele moverse hacia el otro extremo y en el bando contrario se encrespan los ánimos de las izquierdas.

Durante el mandato de Trump se hizo hincapié en el estímulo a la economía, disminuyendo impuestos, aumentando el gasto militar pero reduciendo el apoyo a la OTAN y exigiéndole a los aliados incrementar su aporte, se ahondaron las políticas aislacionistas siendo la primera vez en décadas que los EEUU no participa en ningún conflicto militar, se enfrentó el déficit en la balanza comercial de los EEUU mediante la aplicación de tarifas para contrarrestar los subsidios que Peking otorga a sus productos y se desató una guerra comercial que obligó a China a comprometerse a comprar 200.000 millones de dólares adicionales de productos americanos. También se presiona a las empresas americanos a traer sus industrias de regreso a casa. Estas tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo, tuvieron profundas repercusiones en todo el planeta. Pero además, Trump impulsó una renegociación del NAFTA con Canadá y México.

Más allá de lo económico la administración Trump, rompió con la política exterior que había diseñado la administración Obama. Acusó a Irán de no haber cumplido con el Acuerdo Internacional Nuclear que se había suscrito con varias naciones, retirando a EEUU de ese acuerdo e imponiendo nuevas sanciones a Teherán, provocando críticas en otros signatarios europeos del acuerdo.

Revirtió Trump la flexibilización hacia Cuba que había adelantado Obama. A la vez ha tratado con mano dura los temas de inmigración presionando para que se apliquen cambios drásticos que reduzcan el número de inmigrantes ilegales.

En cuanto a Venezuela se han venido aplicando sanciones cada vez más severas al régimen y a sus personeros. Tales sanciones prohíben a ciudadanos y empresas estadounidenses los negocios con Caracas, incluido el tema petrolero. Se aplican también a empresas de otras naciones. A la vez ha reconocido, junto con casi 60 naciones, la legitimidad del gobierno interino de Juan Guaidó y su administración ha actuado para proteger, a través de decisiones del Departamento del Tesoro, la propiedad de activos venezolanos en los EEUU tales como PDV América y CITGO. Ciertamente, el conjunto de sanciones ha venido arrinconando progresivamente al régimen de Caracas, que responde ahora con la aprobación de una Ley Antibloqueo, inconstitucional y que lo llevará a un mayor aislamiento internacional.

Las políticas de la administración Trump provocaron una importante reactivación de la economía de los EEUU, siendo por tanto el tema económico su mayor fortaleza frente a las elecciones que se avecinan el próximo 3 de noviembre.

Sin embargo la pandemia del COVID 19 ha dado al traste con buena parte de los resultados que se habían obtenido. Estima el FMI que la economía de los EEUU sufrirá este año una contracción del 4,3%. Las acusaciones de que la pandemia ha sido mala manejada, el resurgimiento de conflictos raciales a raíz de la muerte de George Floyd, las acusaciones de brutalidad policial, las actuaciones de ANTIFA, la animosidad y violencia que se ha venido extendiendo en muchas ciudades y la conflictividad desatada en torno a temas vinculados con la llamada supremacía blanca, los derechos civiles, el Obama Care, el aborto y otros, han enrarecido el ambiente político, polarizándolo. Lo que parecía un triunfo seguro de Trump se ha diluido y en estos momentos las encuestas parecen favorecer la candidatura de Biden.

No todo está dicho. Trump, aún convaleciente del Coronavirus, está realizando un esfuerzo de última hora, particularmente en los swing states, para revertir la ventaja que le ha sacado Biden. Sabe Trump que para ganar necesita 270 de los 538 votos de los colegios electorales. A la vez, la historia nos indica que el “incumbent” (presidente que se lanza a la reelección) cuenta con una importante ventaja. Sólo 4 presidentes han perdido la reelección en la historia de los EEUU: Hoover, Ford, Carter y Bush (padre).

En una próxima entrega se analizará la posición de Biden. El mundo entero observa con inquietud el resultado de las elecciones del 3 de noviembre.

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