EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL COLOMBIANO
Hace una semana Lucas Gómez se posesionó como Gerente de Fronteras de la Presidencia de la República, un cargo determinante para dirigir la política migratoria de Colombia, el segundo país que más desplazados internacionales recibe a través de sus fronteras en el mundo, según Acnur.
Gómez toma las riendas de la oficina que articula la respuesta a la llegada de los venezolanos que huyen de la emergencia humanitaria compleja de su país. 1,7 millones de migrantes están en el territorio nacional y, aunque la frontera está cerrada desde marzo, estos siguen llegando. Gómez detalló a EL COLOMBIANO su plan para este fenómeno.
¿Qué objetivos se trazó como gerente de fronteras?
“El primero es la integración, que es la gran apuesta que debe tener el país porque estamos hablando de personas que llegan para quedarse. Segundo, la asistencia humanitaria porque los migrantes son los más vulnerables y es un acto de humanidad lo que Colombia hace al recibirlos. Tercero, trabajar de la mano con Migración Colombia y las entidades territoriales para buscar una regularización que les permita integrarse al país”.
La frontera está cerrada desde marzo y el Gobierno ha aplazado su reapertura. ¿Hay un plan para abrirla?
“No tenemos plan para abrir la frontera. Hay un plazo establecido hasta el 31 de octubre y estamos haciendo lo necesario para su eventual reapertura, pero de manera responsable. Ahora, lo que evaluamos es cuál sería la nueva prórroga para prepararnos de la mejor manera porque estamos en unas condiciones excepcionales en las que debemos proteger a colombianos y migrantes. En Venezuela las cifras de covid no son las más fiables”.
¿Quiere decir que en noviembre lo aplazarían?
“Lo estamos revisando con Migración. No puedo asegurar que habrá una extensión, pero debe quedar claro que no haremos una apertura sin los protocolos necesarios, las medidas de bioseguridad y condiciones que nos permitan estar tranquilos”.
Uno de sus objetivos es lo humanitario. ¿Abrirla no es un asunto humanitario porque estamos hablando de una migración por hambre?
“Debido a las condiciones de Venezuela, en las últimas semanas identificamos un aumento de personas que están huyendo de su país, no porque quieren, sino porque allá la situación está muy mal. Pero en estas condiciones, si bien entendemos que hay una crisis humanitaria, tenemos que ser muy responsables con los pasos oficiales”.
El cruce por las trochas se sigue dando a pesar de que el paso oficial está cerrado.
“Las trochas son una realidad. Allí las personas ponen en peligro sus vidas porque son explotadas por estructuras criminales. Creemos que alrededor de 500 venezolanos están ingresando cada día por Norte de Santander. Estamos con cooperación internacional, gobierno nacional y local, buscando cómo atenderlos”.
¿Cómo está la seguridad en las trochas por la presencia de grupos armados?
“Nuestra frontera es compleja. Tenemos que pasar mensajes contundentes a esa delincuencia que quiere instalarse en ella, generar operativos conjuntos con Fuerza Pública y Policía Nacional para evitar que eso siga ocurriendo. La meta es brindarle seguridad al pueblo colombiano, pero también a los migrantes que son víctimas de estas estructuras delictivas”.
Si un migrante cruza de manera irregular, estará de manera ilegal. Si lo hace por un paso oficial, el Gobierno conoce quiénes y cuántos entran. ¿Mantenerla cerrada puede afectar la regularización para la integración?
“En este momento las entradas de venezolanos a Colombia son 100 % ilegales. De esta forma, no están llegando a un esquema de regularización. También es claro que de los 1,7 millones que están en el país, 965 mil se quedaron de manera irregular. Entonces, vivimos un gran desafío y debemos prepararnos para un flujo migratorio grande al momento que se reabra la frontera”.
Si se reabre y llevamos otra vez el conteo, ¿cerraremos 2020 con 2 millones de hermanos venezolanos en el país?
“Quienes retornaron por la pandemia seguramente reenviarán a Colombia en una lógica de 1+1 o incluso 1+2. Si se diera esa reapertura, vamos a tener unos flujos importantes que nos podrían llevar a tener dos millones de venezolanos en el territorio nacional para finales de este año”.
Un grupo de concejales de Santa Marta propuso crear un campo de refugiados. ¿Tendremos uno?
“Tenerlo iría en contra de toda la estrategia que se ha diseñado de integración. Esta población llegó para quedarse y no para estar de manera transitoria en un campo esperando a que se solucione la situación política en Venezuela. No podemos esperar a que casi 1,8 millones de personas se devuelvan a su país si eso ocurre. Por eso hay que sacarle jugo a las potencialidades de la migración que será clave en la reactivación económica poscovid. Si Colombia acoge e integra, el país crecerá”.
En Alemania la migración se utilizó con fines políticos. ¿Eso puede ocurrir en la campaña de 2021 y 2022?
“Colombia ha posibilitado el tema migratorio como una política de estado que trasciende los gobiernos. Si bien puede usarse como un ‘argumento’ de campaña, la mayoría de los ciudadanos manifestarán su solidaridad con los hermanos venezolanos. Tendremos que hacer esfuerzos para evitar la xenofobia con fines políticos”
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