Por: Miguel Ángel González corresponsal de EL VENEZOLANO COLOMBIA
“No puedo decir que el PEP haya fracasado, pero no ha dado los resultados esperados», así lo resaltó Lucas Gómez, Gerente de Fronteras durante el conversatorio El futuro de la migración venezolana en Colombia, organizado por Konrad-Adenauer-Stiftung, Ávila Monserrate y el Proyecto Migra Venezuela, de la Revista Semana.
El evento, desarrollado a través de la plataforma Zoom, se centró en analizar el impacto en Colombia de la población proveniente de Venezuela. Además de Gómez, representante del gobierno colombiano, la actividad contó con la participación de Francesca Ramos, vicedecana de Estudios Internacionales Políticos y Urbanos y directora del Observatorio de Venezuela, de la Universidad del Rosario, y fue moderado por Alejandra Corchuelo, gerente de Innovación social del Grupo Semana.
Goméz opinó que no se le puede decir a los venezolanos que se acabó el conflicto en su país y “devuélvase”. Y agregó: “Hay una reflexión que hay que hacer sobre el estatus migratorio: es la falta de oportunidades laborales. La apuesta del Permiso Especial de Permanencia (PEP) fue interesante adaptada a una realidad inicial de 400 mil venezolanos muy calificados y preparados”.
La regularización, empleabilidad, acceso a las áreas de salud y educación son los principales retos que enfrenta el Estado colombiano con la migración venezolana.
El representante del organismo de Frontera hizo un recuento de los diferentes procesos que se han hecho en Colombia para regularizar a los migrantes como el Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos, (RAMV), implementado en 2018.
“No puedo decir que el PEP haya fracasado, pero las medidas de regularización con el PEP no han dado los resultados esperados porque tenemos más del 50% de la población migrante con estatus irregular. Estamos trabajando con Migración Colombia y la Cancillería con una visión moderna de estatus migratorio adaptada a la realidad que nos permitirá saber quiénes son los venezolanos que tenemos en el país y qué potencialidades tienen”, destacó el Gerente de Fronteras.
LEY DE MIGRACIÓN
Sobre la Ley de Política Migratoria Integral, Gómez planteó que es necesario que “no se quede en letra muerta; efectivamente nos dará un marco legal más favorable y conveniente, pero no es la solución. En Colombia siempre hemos pensado que con promulgar una Ley se soluciona absolutamente todo”.
Gómez espera articular con las regiones y trabajar en la integración de los migrantes. “No podemos pensar esto como políticas o estrategias de discriminación positivas porque eso nos generaría un escenario de tensión con los mismos beneficiarios de las políticas públicas”, dijo.
LA INSERSIÓN LABORAL
Francesca Ramos, directora del Observatorio Venezuela, de UniRosario, señaló que si queremos hablar de integración el reto más grande es la inserción laboral para la recuperación económica en el contexto actual. “Ya era un reto sin pandemia, ahora es mucho más”, aseguró.
Ramos en su intervención advirtió que no se debe pensar solamente en una política de asistencia social para los migrantes.
La vicedecana citó un informe del Centro de Desarrollo Global y Refugiados Internacionales realizado por dos expertos donde abordan cómo la inserción laboral y productiva es un factor que ayuda a la recuperación económica de los países de acogida.
“El punto es que nosotros tenemos un reto en materia de inserción laboral de mano de obra calificada y no calificada. Aquí pesa mucho el estatus migratorio. Estar irregular dificulta muchas cosas, si un migrante está regular aportará al sistema de salud y contribuirá al sistema tributario, tendrá los mismos derechos que el resto de los ciudadanos y se evitará el riesgo de ser explotado”, dijo.
Del 1,7 millones de migrantes más del 50% está en condición de irregularidad.
Ramos resaltó otras dificultades que presentan los migrantes, como la acreditación de estudios. “Si no es fácil en Bogotá imagínense en las regiones. Hay que acreditar la experiencia laboral y para eso hay que apoyarse mucho al SENA para la población migrante con vocación de permanencia. Saber cuáles son sus demandas y necesidades”, añadió.
“Necesitamos identificar las necesidades de esta población en diferentes regiones para generar oportunidades. El sector agrícola es una oportunidad para ellos. La nueva Ley de Compras Públicas locales obliga al Estado que tiene que comprar el 35% de bienes locales, por qué no pensar en las zonas donde hay más migrantes para contratarlos”, sugirió la experta universitaria.
“Nosotros tenemos un reto en materia de inserción laboral de mano de obra calificada y no calificada. Aquí pesa mucho el estatus migratorio. Estar irregular dificulta muchas cosas», Francesca Ramos, directora del Observatorio Venezuela, de UniRosario
Se tiene que trabajar en este tema como sociedad para lograr la integración, provechosa para todos. “hay ciertos gremios reticentes y complicados porque piensan que serán desplazados laboralmente. Hay que avanzar en la identificación y la caracterización de los migrantes, porque sin ella es difícil la definición de políticas públicas”.