Al parecer 50 años de guerra, control de territorios, extorsión, secuestro, narcotráfico y odio contra la clase trabajadora no fueron suficientes para este grupo de terroristas, quienes después del “Proceso de paz” auspiciado por Hugo Chávez y Juan Manuel Santos, donde engañaron a Colombia y a la comunidad internacional, intentaron lavar la cara de este grupo irregular, entregando curules en el congreso colombiano y creando un tribunal y legislación paralela para exculparlos.
Dos de los integrantes de las FARC son Jesús Santrich e Iván Márquez, ambos de los más fuertes y sanguinarios miembros de este grupo criminal. Santrich y Márquez, junto a otros «compañeros», lograron hacerse de una curul en el congreso colombiano, las cuales debían ser asignadas a las víctimas, con el objetivo de lograr su protección y la generación de nuevas leyes que blindaran el país ante una posible arremetida del terrorismo nacional.
Como todo delincuente, no soportaron estar al alcance de las críticas y recibir de la sociedad colombiana y la clase política, reproches y argumentos que ellos mismo fijaron en la historia: Jesús Santrich, cuando fue grabado negociando el envío de un cargamento de más de 10 toneladas de cocaína a Estados Unidos: fue capturado, llevado a prisión y por solicitud del congreso despojado de su inmunidad y curul otorgada por la Justicia Especial para la Paz.
Para asombro de muchos, aun muchos, existen, congresistas y personalidades públicas que lo justifican y pretenden seguir cediendo el control político de Colombia a esta, la nueva clase política creada por los Castros, Chávez y Juan Manuel Santos; uno de estos personajes de la política colombiana es el muy famoso Senador colombiano Iván Cepeda, hijo del activista comunista Manuel Cepeda Vargas y quien se dice ayudó en el escape de Jesús Santrich e Iván Márquez hacia Venezuela.
«Como todo delincuente, no soportaron estar al alcance de las críticas y recibir de la sociedad colombiana y la clase política, reproches y argumentos que ellos mismo fijaron en la historia»
Hoy Santrich y Márquez no solo son solicitados por la justicia colombiana. Hace apenas días, se ofreció una recompensa de 10 millones de dólares para conocer su ubicación y ser apresados para presentarlos ante la justicia norteamericana por cargos de narcotráfico.
Para nuestras sociedades, al parecer no es suficiente la historia que ha dejado tanta sangre derramada y el crecimiento exponencial del “socialismo del siglo 21” en Latinoamérica, que no es más que el control político del odio y las fuerzas económicas del narcoterrorismo regional sobre los pueblos.
Espero y deseo que todos, como ciudadanos, nos logremos unir para enfrentar esta gran pandemia mundial que hoy es mala referencia y peor futuro para cada país.
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