
EL VENEZOLANO COLOMBIA
No podemos equivocar el objetivo. Hay que aprovechar esta gran oportunidad para cambiar el sistema. no basta cambiar de Gobierno o salir de este régimen perverso que ha destruido todo, hay que cambiar la receta, sistema estatista o socialista.
Asà lo afirmó para el economista y profesor de la Cátedra de EconomÃa de la Oferta y Finanzas, Néstor Suárez. El profesor Suárez, siempre ha sido partidario y defensor de la economÃa de libre mercado. Ha sido profesor visitante en la Universidad de Connecticut en los Estados Unidos. Los paÃses que tienen economÃas libres y prósperas, son los del primer mundo. Los paÃses que tienen economÃas de libre mercado son los únicos que garantizan instituciones fuertes y eficientes y democracias limitadas.
La superioridad del libre mercado como proveedor de prosperidad y calidad de vida, es inobjetable. Continuó diciendo el profesor de economÃa Néstor Suárez. Los principios de la prosperidad básicamente son:
1.- Estado de Derecho. Igualdad de todos ante la ley.
2.- Propiedad Privada.
3.- Impuestos bajos o pocos. Reducirlos no significa menos ingresos fiscales, el problema no es el Ingreso es el gasto.
La verdadera esperanza de los pobres es el capitalismo de libre mercado y no el socialismo, afirmó categóricamente el economista Suárez. Esto hay que decirlo sin temor y sin complejos. Hay que respetar, sin excepción, los derechos individuales que son derechos humanos, como lo son el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad. Los tres están Ãntimamente entrelazados.
El respeto a estos tres derechos hace posibles la innovación, la creatividad y la inversión. En Venezuela los tres derechos son garantizados por la Constitución, pero en la práctica enfrentan barreras y obstáculos.
En el caso venezolano ¿qué medidas cree usted que deban aplicarse en un perÃodo de transición?:
Pienso que las medidas deben anunciarse sin temor y sin tapujos y explicar claramente lo va a hacerse. Afirmó con mucha seguridad el profesor y experto en economÃa de libre mercado.
En primer lugar, hay que cambiar urgente el sistema económico estatista, intervencionista y de controles y regulaciones, o sea desestatizar. Construir una economÃa de libre mercado, con un elevado grado de eficiencia para adaptación a circunstancias cambiantes, y capaz de producir un crecimiento económico sostenido a largo plazo. Con instituciones polÃticas y económicas favorables, de tal manera que los venezolanos cuenten con suficientes capacidades de resistencia a los problemas que ocurren en todas las sociedades, y continuar con los ajustes enfrentando nuevas necesidades y problemas con creatividad.
El segundo objetivo debe ser algo que nunca se ha hecho como debe ser. El crecimiento económico debe llegar a todos los participantes en la sociedad. El Gobierno y las Instituciones deben ser creÃbles y confiables. En la economÃa, se requiere desarrollar un espÃritu empresarial, creando un ambiente constructivo y a la vez eficiente y competitivo. Venezuela tiene todas las posibilidades de salir de ésta destrucción y crisis, si cambia no sólo al Gobierno, sino el sistema e incluso la mentalidad de algunos de los venezolanos.
En una primera etapa también hay que acabar con la inflación e hiperinflación que nos empobrece cada vez más. Para eso a nuestro modo de ver hay que considerar librarse de la moneda o tipo de cambio actual que no tiene respaldo ni Confianza y que nadie respeta. Cuando se pierde el respeto se pierde todo.
CREAR UNA NUEVA MONEDA VENEZOLANA
Hay que crear una nueva moneda, pero es una medida que no tendrÃa éxito si no va respaldada por otras medidas que garantice que conserve su valor, evitando sea reemplazada nuevamente en un par de años. En este sentido el nuevo gobierno debe comprometerse.
Más del 90% de los ingresos que le han entrado al paÃs ha sido por las exportaciones de los hidrocarburos. Generalmente los paÃses petroleros son institucionalmente débiles en el sentido de que son fácilmente influenciados por los grupos organizados para obtener Rentas. Al mismo tiempo muestran altos niveles de ineficiencia y corrupción porque la sociedad no les exige responsabilidad por su pobre desempeño en las polÃticas públicas.
Continuó afirmando el Economista Suárez. En buena parte por eso nuestras instituciones son débiles. No hay nada de fatalismo en los Commodities.
El problema es institucional y, como tal, está al alcance de nosotros los ciudadanos introducir los cambios requeridos para el manejo eficiente de los recursos.
En un paÃs como Venezuela el petróleo ha representado, en promedio, la mitad de los ingresos fiscales, el 94% de las exportaciones y aproximadamente el 20% del PIB.
La tendencia de los paÃses con abundantes recursos naturales ha sido a crecer menos aquellos donde los recursos son escasos. Tenemos que cambiar el sistema. Hasta el año 1973 tuvimos una tasa de inflación promedio de 1. 7%, mientras que el crecimiento del PIB fue del 6%.
Antes del boom petrolero del 1973 la polÃtica económica tuvo una sólida base institucional. Apartir de allà el rumbo comenzó a cambiar para mal. Ese afán de distribuir y consumirla renta petrolera, en lugar de invertirla o ahorrarla, ha sido una constante en el sistema polÃtico venezolano. Esta es la gran oportunidad para cambiar para mejor el Rumbo de Venezuela.