Así como llegaron a Ecuador, así regresan: caminando. Cientos de migrantes venezolanos retornan desde las ciudades de Guayaquil, Pichincha, Quito y otras provicias con el afán de ingresar pronto a Colombia para beneficiarse de los corredores humanitarios que los trasladen hasta Venezuela.
En el puente internacional de Rumichaca, frontera de Colombia con Ecuador, se encuentran varados más de 100 venezolanos a la espera de que los funcionarios de migración les permitan el paso a territorio colombiano.
La aglomeración de venezolanos en este punto ya comienza a preocupar a las autoridades por posibles focos de contagio del coronavirus, por los que piden acuerdos binacionales y que activen los canales humanitarios, reportó un canal de televisión de Ecuador.
Por su parte, el gobernador del departamento de Nariño, Jhon Rojas, alertó que el plan Espejo, articulado entre el Ejército y la Policía de Colombia y Ecuador no se está cumpliendo, porque al puente internacional de Rumichaca siguen llegando cada día más migrantes venezolanos.
“Solicitamos al Gobierno nacional establecer un diálogo con las autoridades ecuatorianas. Es de bastante preocupación con lo que pueda suceder en esta frontera, tenemos que hacer cumplir el cierre, ya hoy son 113 casos confirmados con covid-19 que nos hacen ver que tenemos que estar muy pendientes con lo que suceda en esta frontera”, denunció el gobernador de Nariño.
A través de un video difundido en una emisora de Pasto se escucha a migrantes venezolanos denunciar que la policía de Ecuador los amenazan con lanzarles bombas lacrimógenas si se devuelven a territorio ecuatoriano.
Desde el pasado 14 de marzo los puntos fronterizos de Colombia permanecen cerrados por orden del presidente Iván Duque para evitar la propagación de la covid-19.
Los migrantes venezolanos no solo huyen de la pandemia y de la crisis económica que los dejó sin trabajo y vivienda, también lidian con la xenofobia en los países de acogida.
«Nos discriminan, no quieren que uno lo salude, y con esto del coronavirus menos quieren a los venezolanos», afirmó desanimado Juan Villarreal, un migrante venezolanos que alcanzó a llegar al puente de Rumichaca.
«Qué más vamos a hacer, solo pedimos que nos dejen pasar, estamos aguantando mucho frío y aquí hay muchos niños», clamó Sandra Ortiz, protegiéndose del frío con una cobija.
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