Valdemar Bordones, con tres años en Bogotá, es un carabobeño de 26 años, dedicado al mercado informal en Bogotá, después de trabajar en Venezuela como médico cirujano, su profesión. Valdemar nos cuenta su historia en la cuarta edición de #SoyVenezolano.
¿Por qué decidiste irte de Venezuela?
Como médico, mi trabajo estaba muy mal remunerado: ganaba 4 dólares mensuales aproximadamente. Para la fecha de mi partida, esos pocos dólares alcanzaba sólo para comprar 2 kilogramos de carne. Mi madre, enfermera de profesión, estaba en la misma situación; de modo, que no podía quedarme de brazos cruzados y decidí partir hacia Colombia.
¿Cuánto tiempo tienes aquí?
Llegué el 13 de enero del 2017, mi destino era Chile, pero ese país empezó a presentar problemas políticos y decidí quedarme en Bogotá con ayuda de algunos familiares.
¿Has podido ejercer la medicina?
Ejercí solo un año en Venezuela mientras hacía la rural (entornos rurales del país). En Colombia, si bien cuento con el Permiso Especial de Permanencia (PEP), no puedo ejercer por falta de documentos apostillados y ni tengo la convalidación del título universitario.
¿Si no has podido ejercer tu profesión: de qué vives en Bogotá?
He podido resolver económicamente. La verdad que me mantengo mejor de lo que podría estar en Venezuela. Desde que llegué, me he dedicado a trabajar como vendedor informal, mis ingresos solo depende de mí. Me subo en el transporte público a vender chucherías y chocolatina: soy médico sí, pero no me avergüenzo de mi trabajo actual en Colombia. Se me ha presentado la oportunidad de trabajar formalmente, pero solo por algunos meses.
¿Cómo ha sido tu experiencia en Bogotá?
Se me ha hecho penoso la distancia de mi núcleo familiar, de mis padres, de mi hermano y la distancia con mi novia. Sin embargo, pese a las adversidades siento que me he adaptado bien. Esta ciudad, es un mundo diferente al nuestro. Si bien Venezuela y Colombia son vecinas, no tenemos la misma cultura. Pero este cambio, me ha hecho reforzar los principios y a ser más responsable con todo lo que hago.
¿Qué diferencias logras identificar entre Venezuela y Colombia?
Ambas se parecen mucho y, al mismo tiempo, se diferencian. Considero que los venezolanos somos más alegres, más tropicales. En Colombia hay más reglas y organización; eso es bueno, porque las normas contribuyen a que una ciudad sea habitada por mejores personas. Esa estructura y orden me gusta de aquí.
¿Superaste el proceso migratorio?
Si eres venezolano, la migración no se supera. La alegría de nosotros es única. Todos los que salimos, extrañamos a nuestro país con todo el corazón, al menos es mi caso. Espero que lo aprendido en este proceso, lo podamos implementar en nuestro país y hacerlo mejor cada día, si llegamos a volver.
¿Qué planes tienes para el futuro?
Deseo migrar a un país un poco más estable. Entre mis opciones de destino se encuentra España, continuar con mi carrera allá y poder hacer un postgrado en cirugía general.
¿Sientes orgullo cuando dices: “Soy Venezolano”?
Sí claro, me siento muy orgulloso de mi nacionalidad. Es cierto que hay compatriotas que dañan nuestra imagen, pero estoy seguro que los buenos somos más y que pronto nos reconocerán por lo bueno y no por lo malo que hacen pocos. Me gusta mucho esta nueva sección de El Venezolano Colombia por su nombre: «Soy venezolano». Yo lo soy y lo digo con orgullo.
Por: Haryanna Lagonell Briceño de El Venezolano Colombia