Uno de los datos más importantes de la economía colombiana, aspecto que comparte con Uruguay, Perú, Chile y Panamá, es que se trata de mercados que no fueron plenamente afectados por la crisis económica desatada en septiembre de 2008. Es decir que los valores de crecimiento económico se mantuvieron relativamente al alza. No obstante, al observar los indicadores de empleo, nos damos cuenta que –de todos los países señalados- Colombia persiste en tener altos niveles de desocupación.
Por otra parte, y en especial a partir de mediados de los años ochenta, se principió a conceder bastante importancia al crecimiento económico “a favor de los pobres”. Todo esto, dado que se estaba desmantelando desde fines de los años setenta el modelo del Estado de Bienestar, en particular en los países en desarrollo.
De manera que lo importante es tener crecimiento de la producción pero que pueda ser capaz de ampliar las oportunidades para la población principalmente por la vía de fortalecer el emprendimiento, la innovación de las empresas y con ello el empleo productivo.
Ahora, es posible identificar que los niveles de empleo no crecen en Colombia con el ritmo que se podría inferir dados los aumentos del producto interno bruto (PIB). La razón es que los sectores que crecen, no tienen mayor impacto en la creación de empleo en el país. Los sectores que demuestran más dinamismo son: minería en general, carbón, petróleo y servicios financieros.
En términos de datos específicos, al tercer trimestre de 2019, se tiene un crecimiento esperado para diciembre de entre 2,8 a 3,1 por ciento. No obstante, hay cifras que respaldan el argumento de que ese crecimiento no jalona tanto, la creación de puestos de trabajo.
Al respecto véase cómo la industria –comparando cifras de 2018 con 2019- cayó de 2,9 a 1,6 por ciento de crecimiento. Las exportaciones también demuestran una contracción en esos años, la que sería de 4,7 por ciento, al pasar de 31.300 millones de dólares a 29.900 millones de dólares. Estos son sectores que crean empleo. Además, el sector financiero aumentó sus utilidades de 9,93 a 14,9 billones de pesos colombianos, es decir, 50 por ciento.
Con el fin de que el crecimiento promueva más eficazmente el empleo, es necesario una política que expanda sectores vitales para ampliar lo laboral, tales como construcción, infraestructura –rural y urbana- turismo, agricultura e industria. De otra forma no se podría superar el significativo nivel de déficit en la demanda interna que tiene el país y con ello, se continúa en una fase de aletargamiento del desempeño de empresas y de empleo.
Con información de Portafolio
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