El peso colombiano continúa devaluándose por debajo de sus mínimos históricos frente al dólar y este miércoles llegó a cotizarse en algunos momentos y por primera vez en su historia por encima de la barrera de los 3.500, situación que multiplica la incertidumbre en los mercados internacionales.
Finalmente, la cotización de la tasa representativa del mercado cerró en 3.497,34 pesos por dólar, lo que supone un descenso del 0,17 %.
«Es una mezcla debido a la coyuntura internacional y qué tan fuerte perciben en los mercados la economía colombiana relativo a otros países en la medida en que hay mucha más incertidumbre mundial ante una recesión o ante un agravamiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China», afirmó a Efe el decano de la facultad de Economía de la Universidad el Rosario, Carlos Sepúlveda.
Según el economista, estas incertidumbres hacen que los capitales busquen refugio en economías «más sólidas» y se «debiliten o alejen» de economías en desarrollo como la de Colombia.
Pese a esta incertidumbre, Sepúlveda afirmó que es
«difícil» que se llegue a superar el límite de los 4.000 pesos por
dólar, pues Colombia ya ha tenido una devaluación «fuerte» en
comparación con otros países aunque resaltó que el futuro del peso colombiano
sigue dependiendo de «cómo las expectativas se vayan ajustando».
«Hasta ahora y a nivel interno, las
apuestas siempre han sido alrededor de 3.350 pesos, pero la incertidumbre a
nivel mundial se sigue manteniendo y hoy particularmente se acrecientan las
expectativas sobre riesgos de recesión mundial o de lento crecimiento
mundial», acotó.
Por lo anterior, el doctor en Economía de la
Universidad de Boston opinó que «no parecería verse pronto una caída o una
reevaluación del peso y un ajuste del dólar».
Sobre su afectación a la economía del país,
Sepúlveda señaló que los exportadores se verán beneficiados porque los
productos colombianos son más económicos en el exterior, «es decir, el
mundo le compra a Colombia a precios más baratos y por lo tanto pueden por ese
lado aumentar la demanda».
A diferencia de estos, los importadores se verán
perjudicados porque «cualquier bien lleva una tasa de intercambio
mayor» y se debe pagar más pesos por los mismos dólares que se compraban
antes de la devaluación.
Para hacer frente a esta crisis, el economista
considera que en el corto plazo el Gobierno debe continuar con una política
macroeconómica sólida y debe ser «mucho más juicioso en darle buenas
señales al mercado sobre su responsabilidad fiscal».
«El cumplimiento de las reglas de juego
internacionales como se ha venido haciendo, ser cuidadoso con el déficit fiscal
y procurar ser eficiente con el gasto público», agregó.
Entre tanto, para el largo plazo Sepúlveda ve la
necesidad de que se realicen «reformas estructurales» porque es un
«tema de fondo mucho más difícil de resolver».
A modo de ejemplo, mencionó reformas importantes
sobre capital humano, temas tributarios y ciencia y tecnología que permitan
mejorar la productividad del país.
«Es una deuda que tiene la economía
colombiana y es su debilidad desde el punto de vista de productividad y de
competitividad, la debilidad de la economía para recibir esos choques y por qué
la inversión no llega a Colombia en momentos inciertos es debido a que la
economía no es lo suficientemente sólida», concluyó.
Con información de EFE