Pedro Pablo Alcántara, ex diputado y dirigente político del estado Lara, defendió la necesidad de realizar las elecciones parlamentarias a finales del 2020 y no antes como lo ha propuesto el oficialismo.
“No tendría sentido adelantar unas elecciones parlamentarias para tener allí a unos electos que no tendrían funciones que asumir, y a otros electos que deben concluir su período como corresponde de acuerdo a lo que establece la Constitución”, dice.
A continuación la entrevista:
¿Usted cree que la participación de la oposición en las elecciones parlamentarias que propone el sector oficial pudiera propiciar el cambio político?
-En Venezuela no tenemos un régimen parlamentario que guíe los asuntos públicos. Lo que sí está claramente establecido desde la Constitución del 5 de julio de 1811 es la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos no solo a nivel nacional sino también para los de cada estado; porque Venezuela es un Estado federal.
-La Constitución vigente ha violentado el principio de la representación federal. Eliminó de manera injustificada la Cámara del Senado; que es donde los estados están representados de manera igualitaria, y no por el número de sus habitantes en cada circunscripción.
-Pero en un régimen más bien presidencialista en exceso, como es el que ha caracterizado los últimos 20 años de la República, una elección parlamentaria es poco lo que puede significar aun cuando, insisto, es un precepto constitucional que se elijan representantes parlamentarios.
-Ahora bien, es una inveterada costumbre el que las elecciones se hagan más allá de la mitad del año para que no colidan con quienes tienen mandato; que en este caso son de carácter previo como los parlamentarios electos en 2015 cuyo período se vence constitucional e inexorablemente el 5 de enero de 2021.
-No tendría sentido adelantar unas elecciones parlamentarias para tener allí a unos electos que no tendrían funciones que asumir, y a otros electos que deben concluir su período como corresponde de acuerdo a lo que establece la Constitución.
¿Terminó decepcionando Juan Guaidó en vista de que todavía no ha logrado acometer el primer objetivo como era el cese de la usurpación por parte de Nicolás Maduro?
-Juan Guaidó ha mantenido de manera muy clara y persistente que el país necesita que cese la usurpación. Le ofreció en las conversaciones realizadas, para buscar un acuerdo, en Oslo y Barbados, que se separaría del ejercicio del cargo de conformidad con el artículo 233 de la Constitución. Para que también Nicolás Maduro se aparte de la actividad que está realizando al margen de la Constitución desde el 5 de enero de este año.
-Y entonces pueda un Consejo de Estado; que si es una figura constitucional; conformarse con representación paritaria (tres y tres) y con un séptimo miembro que sería escogido entre ambas partes para que ejerza la vicepresidencia y la coordinación de la transición que debería ser perfeccionada por un proceso electoral que debe cumplir con todos los preceptos constitucionales: debe tener observación internacional, y que debe concluir con un llamado a elecciones para que los venezolanos determinen quién sería el presidente.
-Así que Guaidó ha realizado con vocación absolutamente venezolana y con respeto y acatamiento a la Constitución su tarea, y en cuanto a la aceptación de los venezolanos, Guaidó representa no solamente a una nueva generación en el ejercicio de los asuntos públicos sino también encarna un deseo de cambio absolutamente mayoritario; como lo revelan todas las encuestas.
-No hay ningún otro aspirante que pudiera ser voceado su nombre para una elección el año que viene entre los factores de la oposición y el gobierno que tenga mayor aceptación que Guaidó.
Parece que las sanciones que ha aplicado EEUU como medida de presión para que se produzca dicho deseo de cambio no han tenido mayor efecto. ¿Qué piensa usted?
-Las sanciones que han sido aplicadas a individualidades y a organismos que han sido señaladas como objeto de investigación tanto en EEUU, como en Canadá y la Unión Europea se iniciaron con la escogencia ilegal de la Asamblea Nacional Constituyente, violentando no solamente las normas constitucionales sino también la práctica con la cual Hugo Chávez convocó en su momento la Constituyente que trajo la adopción de la Constitución del 1999.
-Las sanciones son una clara advertencia de que el derecho internacional no va a estar al margen cuando se trata de la defensa de los venezolanos que han sido objeto a lo largo del tiempo de unas actuaciones no solamente al margen de la Constitución y de la ley; sino también de un decrecimiento de las condiciones generales para la práctica de la democracia y de los derechos humanos, e, incluso, al fundamental derecho a la realización de actividades económicas que permitan a los padres de familia y a los jóvenes alcanzar su plena realización en el marco de un sistema que respete la Constitución y la ley.
-A lo largo de estos veinte años se ha producido la terrible paradoja de un país con los más altos ingresos petroleros de toda su historia desde 1914 y, sin embargo, con unos resultados de gestión tan magros; que han conducido al país a esta condición de evidente y notoria pérdida de efectividad no solamente en el ejercicio de los derechos de los venezolanos sino también de pérdida de credibilidad como nación, que ha venido ejerciendo durante los últimos cincuenta, sesenta años de su historia; un ascenso que había sido sostenido hacia el desarrollo de oportunidades para todos, y que ha terminado con una nación endeudada, sin credibilidad; con una usurpación de funciones, que ha dejado el nombre del país en entredicho.
-Hay que hacer un enorme esfuerzo para la reconciliación nacional. Venezuela necesita el concurso de la inmensa mayoría de los venezolanos; como lo demuestran todas las encuestas de opinión que revelan que más del 83% de los venezolanos considera que es necesario un cambio en la conducción de los asuntos públicos.
¿Se puede considerar que el dinero de los venezolanos está financiando la inestabilidad política en Ecuador u otros países?
-Sobre el uso de dinero perteneciente al presupuesto nacional, desde hace mucho tiempo se ha señalado la presencia intrusiva en asuntos de terceros países; hasta se han voceado nombres que habrían estado cumpliendo funciones de participación en eventos electorales o de otra naturaleza en diversos países de América Latina e, incluso, en algunos otros lugares del mundo. De modo que eso es un hecho público, notorio y comunicacional lo suficientemente documentado.
A ese respecto se habla de la presencia de los colectivos armados como La Piedrita en Ecuador. ¿Eso es especulación o realidad?
-En algunos países de América donde se encuentra la diáspora venezolana, han ocurrido eventos que por su extrema crueldad o prácticas horrorosas han ocasionado el asombro no solamente en esos países sino también en Venezuela.
– Las investigaciones de los organismos policiales han involucrado nombres de venezolanos, y en casos más o menos notorios por su crueldad han aparecido señalados grupos delictivos como el Tren de Aragua; un grupo delictivo en el país que también migró hacia otras naciones en el marco de esta terrible diáspora venezolana.
-De modo, pues, que correspondería a las autoridades de aquellos países presentar evidencias más contundentes, y habría que esperar el desarrollo del debido proceso; pero lamentablemente, al parecer, se está haciendo un hecho bastante recurrente y muy preocupante la presencia de estos grupos delictivos favorecidos aquí con la impunidad pero que están siendo procesados por autoridades extranjeras en diversas latitudes.
– Esto lo digo con mucho pesar. Porque la inmensa mayoría de quienes han emigrado de Venezuela lo han hecho por carencia de oportunidades, y por otras circunstancias tales como ideas políticas distintas; o, la situación económica o no poder atender las necesidades básicas de sus familias.
Fuente: Noticiero Digital