Yarimar López llegó a Colombia hace más de dos años. En el Zulia trabajaba en un negocio informático próspero, pero las circunstancias del país la obligaron, como a muchos, a travesar la frontera para instalarse en Colombia en búsqueda de oportunidades. Y lo ha logrado.
Hoy Yarimar vende aromáticas en pleno centro de Bogotá, muy cerca de la Plaza Bolívar. Esta joven optimista y trabajadora asegura que su experiencia en Colombia ha sido muy satisfactoria y agradece a este país por abrirle las puertas a tantos venezolanos.