
EL VENEZOLANO COLOMBIA
Una operación secreta, orquestada con precisión quirúrgica, permitió la liberación de cuatro opositores venezolanos refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas. Según el diario Clarín, agentes de la CIA, bajo la supervisión del Departamento de Estado de EE. UU., ejecutaron un plan meticuloso que aprovechó un descuido en la seguridad del régimen de Nicolás Maduro.
Este episodio, cargado de tensiones diplomáticas y estrategias clandestinas, marcó un hito en la lucha por la libertad de los perseguidos políticos en Venezuela.
Un refugio bajo presión
Durante más de un año, Pedro Urruchurtu, Magalli Meda, Humberto Villalobos y Omar González, colaboradores cercanos de la líder opositora María Corina Machado, permanecieron confinados en la sede diplomática argentina.
Perseguidos por el régimen venezolano, enfrentaron condiciones extremas: vigilancia constante, cortes de luz, agua y alimentos. A pesar del hostigamiento, la embajada se convirtió en su único escudo contra la represión del chavismo.
Planificación en las sombras
La liberación no fue improvisada. Meses de preparación, liderados por el Departamento de Estado bajo la dirección de Marco Rubio, culminaron en una acción ejecutada en la madrugada del domingo.
Según fuentes del medio argentino Clarín, la CIA diseñó una estrategia que esquivó la intervención del gobierno de Javier Milei, informado solo horas antes del desenlace. La operación aprovechó un fallo en la vigilancia para extraer a los asilados sin dejar rastro.
Voces de celebración
El éxito de la misión resonó en Washington y entre los opositores venezolanos. Marco Rubio destacó la hazaña como un “triunfo impecable”, mientras María Corina Machado la describió como una gesta épica.
En un mensaje publicado en redes sociales, Machado expresó su gratitud y reafirmó su compromiso de liberar a los presos políticos y al país entero de la opresión. Sus palabras reflejaron esperanza y determinación ante un futuro incierto.
La versión del régimen
Contrario a la narrativa de un rescate, el gobierno de Maduro calificó el episodio como una “negociación”. Diosdado Cabello, ministro del Interior, afirmó que el traslado de los opositores involucró acuerdos secretos, incluyendo la salida de Corina Parisca, madre de Machado, hacia Bogotá.
En su programa semanal, Cabello desestimó la participación de Claudia Macero en la embajada y presentó documentos para respaldar su versión, generando más dudas que certezas.
Un capítulo de resistencia
La extracción de los opositores no solo evidenció la audacia de una operación internacional, sino también la resiliencia de quienes desafían al régimen venezolano. Aunque el gobierno de Maduro insiste en controlar la narrativa, el impacto de esta acción refuerza la lucha por la democracia en Venezuela. La operación, envuelta en secretismo, se convierte en un símbolo de esperanza para quienes anhelan un cambio en el país.