EL VENEZOLANO COLOMBIA
El deterioro de la situación económica y política en Venezuela ha llevado a muchas familias a tomar la difícil decisión de abandonar el país. El miedo a que la crisis se agudice tras las elecciones del 28 de julio ha sido un factor determinante para que miles de venezolanos decidan emprender el camino de la migración, con la esperanza de encontrar mejores oportunidades en otros países.
La difícil decisión de emigrar
El caso de Tomás y su familia, originarios de Guayana, refleja la realidad de muchos venezolanos que se ven obligados a emigrar por la imposibilidad de mantener a sus familias en condiciones económicas tan adversas. Tras haber esperado los resultados de las elecciones con la esperanza de una mejoría, decidieron finalmente dejar Venezuela el 8 de septiembre. Tomás, de 51 años, su hija, su yerno y dos nietos tomaron la difícil decisión de vender sus pertenencias y emprender un viaje hacia Chile, donde ya reside uno de los hijos de Tomás.
“Decidimos emigrar por la situación económica que todos conocemos, el alto costo de la cesta básica y los bajos ingresos. Es insostenible mantener a las familias con pocos ingresos”, comentó Tomás, quien trabaja como técnico en refrigeración.
Un viaje largo y lleno de obstáculos
La travesía de esta familia comenzó en Ciudad Guayana, desde donde partieron hacia Pacaraima, en la frontera con Brasil, y luego hacia Boa Vista, donde abordaron un vuelo para continuar hacia su destino final en Chile. Sin embargo, el viaje no estuvo exento de dificultades. Durante su paso por la frontera venezolana, las autoridades les exigieron un permiso internacional para su nieta, que viajaba sin sus padres.
A pesar de contar con una autorización firmada por el consejo comunal y avalada por la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna), las autoridades venezolanas se negaron a sellar el pasaporte de la niña sin el pago de una “multa” de 500 dólares. Tras negarse a pagar dicha cantidad, la familia logró continuar su viaje gracias a la ayuda humanitaria de la Policía Federal brasileña, que les otorgó un permiso especial para la menor.
El flujo migratorio en la frontera con Brasil
La situación de Tomás y su familia es solo una de las muchas que se repiten en la frontera entre Venezuela y Brasil. Desde la reapertura de las fronteras terrestres, los flujos migratorios han experimentado un leve aumento, pero siguen siendo significativamente inferiores a los observados antes del periodo electoral. Un informe de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Emigrantes de Venezuela (Plataforma R4V) señala que, tras las elecciones, el número de personas que cruzan la frontera ha comenzado a estabilizarse.
Según el informe, las principales razones para abandonar Venezuela incluyen la preocupación por la inestabilidad política, la falta de oportunidades laborales y el miedo a la violencia. Muchos de los migrantes que cruzan hacia Brasil tienen la intención de establecerse en ese país, mientras que otros planean seguir su viaje hacia destinos como Chile o Perú.
Un futuro incierto
A pesar de la estabilidad que algunos venezolanos encuentran en países como Brasil o Chile, el futuro sigue siendo incierto. Janet, otra migrante que emprendió el mismo recorrido desde Los Teques, viajó junto a su hija y sus nietos en busca de una nueva oportunidad en Brasil. Como muchas otras familias, vendió todas sus pertenencias para financiar el viaje, dejando atrás su vida en Venezuela.
La realidad de estas familias refleja la desesperación y el miedo que sienten al ver cómo la crisis en su país de origen sigue empeorando. Para ellos, emigrar no es una elección, sino una necesidad para asegurar un futuro mejor para sus hijos.
La emigración de familias venezolanas se ha convertido en una constante ante el temor a que la crisis política y económica se agrave aún más. A pesar de los obstáculos que enfrentan en su camino, estas personas siguen adelante con la esperanza de encontrar estabilidad en otros países.
