EL VENEZOLANO COLOMBIA
La experiencia de migrar implica dejar atrás el país de origen y enfrentar un nuevo rumbo en tierras extranjeras. Tanto para los venezolanos como para los colombianos que han tenido que atravesar la frontera en busca de mejores oportunidades, esta travesía ha generado una serie de emociones y desafíos que se conocen como duelo migratorio.
Exploraremos cómo viven esta etapa los migrantes venezolanos y colombianos retornados, destacando su vulnerabilidad y la importancia de abordar esta situación desde el ámbito psicológico y social.
El proceso de adaptación y enfrentamiento al duelo migratorio
El duelo migratorio es un proceso de adaptación que comienza cuando una persona se aleja de su territorio, ya sea a nivel interno o transfronterizo. Esta experiencia implica la pérdida de vínculos, creencias y la necesidad de afrontar nuevos retos.
Es importante reconocer este duelo y diferenciarlo de un problema o crisis, buscando el apoyo de profesionales que puedan acompañar este tránsito emocional. Cada individuo vive su propio proceso de duelo, y aunque los efectos pueden variar según el contexto, los aprendizajes y las capacidades personales, es fundamental evaluar el impacto en el ámbito emocional, familiar, social y ambiental.
Los tiempos y las afectaciones del duelo migratorio
El duelo migratorio implica una serie de afectaciones emocionales, cognitivas, fisiológicas, conductuales y afectivas. Entre ellas se encuentran la agitación cardiaca, somatización, cefaleas, aislamiento social, llanto, pensamientos recurrentes sobre lo perdido, tristeza, apatía, angustia, ira, frustración y culpabilidad.
Estos efectos pueden manifestarse de manera individual en cada miembro de un hogar, pero también afectan a la familia como sistema único. Es necesario comprender que el duelo migratorio es un proceso que requiere tiempo, y se estima que la adaptación al nuevo entorno puede tomar alrededor de seis meses.
La necesidad de protección y la salud mental de los migrantes
La separación de las familias y la ruptura del tejido sentimental son desafíos significativos que enfrentan los migrantes al cruzar la frontera. Estas rupturas generan cambios emocionales, personales y familiares que requieren tiempo para reconstruir.
En algunos casos, las personas logran integrarse rápidamente en el nuevo país y establecer un nuevo esquema familiar, mientras que en otros casos se experimenta una “doble ruptura”, especialmente para aquellos que han tenido que migrar más de una vez. La atención y el acompañamiento en este proceso de duelo migratorio son fundamentales para facilitar la adaptación y la reconstrucción emocional.
Aunque la migración puede ralentizarse en ciertos momentos, los efectos del duelo migratorio persisten y los migrantes venezolanos y colombianos continúan enfrentando vulnerabilidades significativas. Es esencial reconocer y abordar la importancia de la salud mental en este proceso, brindando el apoyo necesario para que los migrantes puedan adaptarse de manera funcional a su nuevo entorno. A medida que se aprende de esta dinámica migratoria, es crucial promover la integración y el acompañamiento tanto a nivel individual como familiar, para que puedan superar los desafíos y construir una nueva vida en un lugar diferente.
