Por Miguel Ángel González | El Venezolano Colombia
Los faroles y luces iluminaron la Noche de Velitas, con una misa, en la víspera del Día de la Virgen Inmaculada Concepción, que se realizó este martes 07 de diciembre en la ciudad de Barranquilla, capital del Atlántico.
Desde las 5:00 de la tarde, poco a poco llegaron feligreses a ocupar las sillas frente al templo religioso para reencontrarse con la advocación de la Santísima Madre María. El atardecer barranquillero hizo un contraste con el brillo de las luces que encendía en una tradición que data desde hace 167 años y que además en Colombia da inicio a las festividades navideñas.
Según los datos históricos de esta celebración su origen se remonta en el año de 1854 cuando “el Papa Pío IX proclamó de manera oficial que Jesús había sido concebido por obra y gracia del Espíritu Santo en el vientre de María.
En una corta pero emotiva procesión, la Virgen salió de su nicho adornadas con flores y con las luces de los faroles que paseaba desde la puerta lateral de la iglesia, ubicada en el barrio El Prado hasta llegar al frente de la mirada de los fieles devotos.
El encendido de velas también comenzó en frente de las casas y edificios en diferentes partes de Barranquilla y del país.
El arzobispo de Barranquilla, Monseñor Pablo Emiro Salas ofició la liturgia, enviando palabras de esperanza, fe y amor y agradecimiento por estar nuevamente en la presencialidad, después de no poder compartir el año pasado la fiesta de la Inmaculada.
“Qué esperanzas hay para nosotros cuando experimentamos el miedo, cuando nos damos cuenta que estamos desnudos y aparece lo más terrible de la naturaleza humana en todo su esplendor y lo que brota del corazón del hombre es justamente eso lo que separa del hombre y de Dios mismo y que no es otra cosa que su propio egoísmo que lo hace infeliz”, dijo la autoridad católica reflexionando sobre los escenarios que enfrenta el hombre hoy día.
“No hay esperanzas sino hay Dios. Toda esperanza es muy limitada y frágil, es muy pasajera, la única esperanza es Dios”, enfatizó.
Monseñor Pablo Emiro pidió por la salud de los más afligidos y también por el bienestar de los ciudadanos de Colombia y el mundo.
Paola Álvarez es barranquillera y siente emoción de poder compartir esta Noche de Velitas. “Gracias a Dios por permitirme estar nuevamente en esta misa pidiendo por la salud de mi familia. Es mágico lo que se vive en esta noche”, dijo.
Con la celebración de los 70 años de la iglesia Inmaculada Concepción, el multicolor de luces para alumbrar a la Virgen Inmaculada y con la canción de la Iglesia Católica “Una entre todas”, los feligreses se acercaron a hacerse sus fotografías para el recuerdo y enaltecer a la Virgen María.