Con 94,5 %, la pobreza en Venezuela ya tocó techo

• La encuesta Encovi advierte que la situación de los venezolanos llegó a un punto crítico en 2021

EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL TIEMPO

Falta de acceso al empleo formal, deserción estudiantil y el creciente deterioro de la economía son algunos de los factores que ubican la pobreza extrema en Venezuela en un 76,6 por ciento este 2021, según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) que fue publicada este miércoles.

El estudio anual, realizado por la Universidad Católica Andrés Bello, resalta la necesidad de buscar soluciones estructurales para revertir los números que sitúan al país como el menos favorecido de la región.

De acuerdo con la Encovi, la pobreza generalizada alcanzó su tope con un registro de 94,5 por ciento, dando saltos exponenciales, pues en los años de abundancia petrolera el pico había sido 11 por ciento.

Otro dato relevante que muestra la encuesta sobre la situación venezolana es la disminución de la esperanza de vida de la población, a la cual se le restan tres años de vida. Debido a la migración forzada, con números de 5,7 millones, según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), los venezolanos ahora son una población de 28 millones. Esto sin sumar que la migración continuará. Para este 2021 ya se proyectaba una población de 32 millones de habitantes.

OCHO MILLONES DE VENEZOLANOS EN TRABAJOS INFORMALES

Sobre el empleo, el estudio arrojó que ocho millones de venezolanos no trabajan en un puesto formal y no porque no lo deseen, sino porque sale más caro acudir a laborar que el ingreso que se percibe. “Llegamos a un punto crítico en este año 2021, de 50 por ciento de inactividad. Eso comparado con América Latina no tiene ningún parangón”, dijo Luis Pedro España, sociólogo e investigador del estudio.

Anitza Freitez, profesora investigadora de la Encovi, recordó que los ocho años de crisis económica reflejan esta situación alarmante y que año tras año se agudiza. Por ejemplo, para el 2020 la pobreza extrema fue de 67,7 por ciento y hoy ya se ubica casi diez puntos por encima.

Estas cifras contrastan con el reporte mensual que hace el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), el cual ubicó en 2,2 por ciento la caída de la actividad económica en el segundo trimestre del año, y que además señaló que una familia necesita al menos 27 dólares semanales para comprar alimentos básicos, esto cuando el salario es inferior a 2 dólares al mes.

Los números son distintos a los que se ofrecen desde el gobierno de Nicolás Maduro, quien a principio de año aseguró que 17 por ciento de los venezolanos estaban en pobreza, y solo 4 por ciento, en pobreza extrema para el período 2020.

CRISIS DE COMBUSTIBLE

La crisis de movilidad también es otro factor que incide en la calidad de vida de los ciudadanos. La falta de combustible, evidenciada en las largas colas en las estaciones de servicio, sumada a la cuarentena aplicada desde el inicio de la pandemia del covid-19 impactan en el número de empleos y trabajadores activos, destaca el informe.

A los ingresos por hogar hay que sumarles las ayudas gubernamentales, lo que se traduce en 86,5 por ciento de hogares que reciben los famosos “bonos de la patria”, que en su mayoría no alcanzan los 5 dólares.

Según la encuesta, los hogares que no se encuentran en la categoría de pobreza extrema tienen una dependencia de 50,7 por ciento de los bonos entregados por el chavismo, 32,69 por ciento de las pensiones, 24,3 por ciento de las remesas, 13,2 por ciento de transferencias privadas y 2,2 de otros.

Durante la presentación del estudio, el cual se ha convertido en referencia ante la falta de cifras oficiales, Freitez detalló que existen 11 millones de posibles estudiantes, pero solo 65 por ciento están inscritos, lo que representa una caída del 5 por ciento en comparación con el 2020.

El sacerdote jesuita José Virtuoso, rector de la Universidad Simón Bolívar, también hizo una reflexión y aseguró que es urgente un llamado a la acción y la atención de los organismos internacionales.

Si se pone en promedio el sueldo de los venezolanos, la realidad es aún peor. “Si usted agarra todo el ingreso nacional y lo distribuye entre los hogares venezolanos de manera equitativa, todos seríamos pobres. En ese ejercicio imaginario, el promedio per cápita del venezolano sería 30 dólares por mes”, dijo el profesor España.

El detrimento de un país con menos habitantes y menos estudiantes también se midió en aspectos como el deterioro de la educación en 8,89 por ciento, de vivienda en 11,78 por ciento, del empleo en 12,72 por ciento y de servicios en 18,54 por ciento.

Para el investigador ya ni siquiera un título universitario garantiza un empleo digno y por eso la mayoría de los venezolanos en el exilio cuenta con estudios superiores. Asimismo, España hizo referencia a los empleados de la administración pública, quienes son los peores remunerados.

VENEZOLANOS SIN PODER ADQUIRIR VIVIENDAS

Los venezolanos tampoco son capaces de adquirir una vivienda. “Lo que están es cuidándole la casa, el apartamento o lo que sea al familiar que se fue. Eso en términos sociales es precario porque si la persona regresa, van a tener que salir de la casa”, explicó España.

Sobre la desigualdad de género, los investigadores mostraron cómo las mujeres siguen en desventaja respecto a los hombres, quienes ocupan más puestos y trabajan más.

Las mujeres trabajan “menos” en cuanto a medición de puestos de empleo formal se refiere, porque luego de sus trabajos formales deben continuar la faena en los hogares no solo con los quehaceres domésticos sino también ayudando a los hijos con las tareas, las cuales se hacen complejas debido a la modalidad no presencial que se implementó en Venezuela producto de la pandemia. Las madres venezolanas tuvieron que asumir el rol de maestras aun sin tener los conocimientos suficientes.

Los programas de alimentación escolar también fallaron en este período 2020-2021. Más del 80 por ciento de los estudiantes reportaron no recibir el beneficio. En cifras, solo 1,3 millones recibieron los alimentos y no todos los días. Más del 30 por ciento también dijo que el programa de comidas funcionó en las escuelas y el resto se entregó para llevar.

El acceso a los medios de comunicación disminuyó, al igual que a los servicios y a la salud.

La encuesta Encovi se realiza desde 2014, convirtiéndose en un referente nacional e internacional debido a que es un estudio independiente.

Para este año se desplegaron más de 200 personas entre encuestadores, supervisores y coordinadores, quienes, cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad, visitaron alrededor de 17.000 hogares y realizaron cerca de 14.000 entrevistas.

ESTO YA NO ES INCERTIDUMBRE, ES PELIGRO

¿Hacia dónde va Venezuela luego de ver estas cifras?

Todo depende de la política, porque Venezuela está dejando de ser un país petrolero y la destrucción de la industria se ha anticipado y de manera devastadora. Este es un país que se vino abajo. Hay un clima político que no es para nada bueno.

Lo de Venezuela ya no es incertidumbre, sino peligro. Los nuevos grupos económicos no son suficientes.

Lo que queda bastante claro en la Encovi es que el problema no está en la capacidades de los venezolanos sino en las oportunidades. No hay oportunidades de empleo, de negocios; el 80 por ciento de la migración es porque no hay oportunidades.

Estamos hablando que se necesita reordenar institucionalmente el país, no es cambio de gobierno, sino de reinstitucionalizar, y hasta que eso no cambie, Venezuela seguirá en el mar de pobreza.

¿En cuánto tiempo es posible revertir estas cifras de pobreza?

Depende. No sé qué se habla en México, ojalá sean estos temas. Si el país llega a una estabilización que a los agentes económicos y sociales les agrade y pueda volver la inversión a Venezuela, que la gente esté dispuesta a estudiar y volver, si eso pasa, podría ser en un plazo breve.

Y si ese milagro ocurre, este país en tres años podría estarse planteando una agenda distinta. La recuperación puede empezar muy rápido. Aquí el tema es cómo salir de esto.

¿De no ocurrir esta recuperación, sería un país resignado?

Hasta que eso ocurra seguiremos en este letargo. Las recesiones, a medida que se prolongan, afectan variables estructurales. Venezuela perdió año y medio de escolaridad. Es una verdadera desgracia: los padres ausentes del proceso educativo, la institución de la escuela desapareció. Ahora son madres y docentes llevando actividades educativas muy precarias. La escuela existe para romper el ciclo de la pobreza, nuestro empobrecimiento. Tenemos los números de África, pero no la historia. Así que podemos salir rápido de esta situación.

Pero si se mantiene este panorama, llegaríamos a niveles de pobreza como estos países. Nosotros tuvimos un proceso democrático distinto a los de África, aquí hubo inversión en infraestructura, tuvimos el metro más espectacular de América Latina, pero ya no. La acumulación de eso lleva a que se pierdan los haberes históricos.

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