EL VENEZOLANO COLOMBIA | DW ESPAÑOL
El desconocimiento del idioma, la falta de acceso a las campañas de información, no disponer de tarjeta sanitaria o no estar considerado grupo prioritario, pese a estar expuesto a mayores riesgos de contagio, son algunas de las causas de esa situación, advierte la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE.
La FRA, con sede en Viena, afirma que las campañas de vacunación son importantes para que la sociedad retorne a la normalidad y la gente «recupere el acceso a sus derechos».
Sin embargo, el director de la FRA, Michael O’Flaherty, alerta de que dentro de este inédito esfuerzo de vacunación existe el riesgo de «pasar por alto a grupos vulnerables».
«Los países de la UE tienen que cuidar de que nadie se quede atrás, garantizando un acceso igualitario a las vacunas a través de todas las etapas de las campañas nacionales», exige O’Flaherty.
RECLUSOS Y PERSONAS SIN HOGAR
El documento destaca varias lagunas en los programas de vacunación. Por ejemplo, que solo un tercio de todos los países de la UE han incluido a la población reclusa como grupo de riesgo, pese a las «condiciones de hacinamiento en prisiones y centros de detención».
Especialmente vulnerables son también las personas sin hogar, debido tanto a sus malas condiciones de alojamiento, al hecho de que muchos tienen problemas médicos y a su limitado acceso a los servicios e información sobre salud.
Al igual que con la población reclusa, países como Austria, Alemania y Portugal, por ejemplo, incluyeron a los sin hogar en sus grupos prioritarios de vacunación.
Los migrantes en situación irregular, los solicitantes de asilo y los refugiados también tienen problemas de acceso a las vacunas en los países donde disponer de tarjeta sanitaria es un requisito, aunque la FRA reconoce que varios socios comunitarios han renunciado a esa exigencia.