
Regres茅 de Alemania en 2019, a煤n recuerdo esa conversaci贸n con un taxista de Cartagena de Indias. A algunos le parecer谩 dist贸pica, pero refleja, quiz谩s de una manera magnificada, como percepciones falaces construyen odio y xenofobia.
Cuando le pregunt茅 sobre la seguridad de la ciudad en este semestre que hab铆a estado por fuera me respondi贸, 鈥楧os de cada tres ladrones son Venezolanos鈥. Rescatando datos de ese a帽o, s贸lo 2.3% de los arrestos por delitos violentos, involucraron venezolanos, mientras que los inmigrantes de Venezuela representaban, para ese entonces, el 3.2% de la poblaci贸n total del Pa铆s.
En 2020, el director de Migraci贸n Colombia, Juan Espinosa recalc贸, que el protagonismo criminal atribuido a los venezolanos tiene m谩s de mito que de realidad. Con nuevas cifras, con corte a diciembre de 2020, comprobamos que los casos de venezolanos que llegan a la Fiscal铆a, sean o no judicializados, representan solo el 2.2% del total.
S铆 existen criminales venezolanos, pero no tantos como se cree en el imaginario popular, alimentado por pol铆ticos oportunistas que usan el discurso del odio y la divisi贸n para ganar votos.
No hay que ignorar el problema y es por eso que la decisi贸n del presidente Duque de regularizar a m谩s de 900 mil venezolanos en el pa铆s, ayudar谩 a identificar y judicializar m谩s f谩cilmente a la peque帽a minor铆a de venezolanos, entre tantos otros, que est谩n involucrados en actividades criminales.
En cambio, son los relatos de otros miles, los que deben resonar para despertar la compasi贸n. Como Norelbys Pereira, una madre soltera que todos los d铆as sale a la calle, a vender dulces porque no encuentra trabajo, para recolectar 20 mil pesos. 10 mil para el alquiler que se paga diario, 5 para la se帽ora que le cuida sus dos hijos mientras ella trabaja y 5 para la comida de toda la familia.
Los temores de la incorporaci贸n de los venezolanos a la vida laboral de manera legal, deben ser analizados racionalmente. Es cierto que la oferta laboral en el mercado legal podr铆a aumentar una vez colombianos y venezolanos puedan competir en condiciones similares por el mismo puesto.
Por otro lado, la falta de regularizaci贸n migratorio conlleva a una competencia injusta, que es perjudicial para venezolanos y colombianos, ya que las empresas contratan con salarios m谩s bajos a los migrantes indocumentados por debajo de la mesa. La integraci贸n de alrededor de 2 millones de venezolanos a Colombia en un plazo de 10 a帽os puede traer impuestos, emprendimientos y flujo de dinero, que de otra manera se ver铆a obstaculizado por barreras migratorias y burocr谩ticas.
Con la mano en el coraz贸n, por mi familia venezolana, amigos y conocidos, aplaudo la decisi贸n del president Duque de iniciar un proceso que le abre las puertas a nuestros hermanos venezolanos que salen, no por voluntad propia, sino huyendo de la dictadura, la violencia y el hambre.
Con la mente fr铆a, reconozco la importancia socio-econ贸mica para Colombia de regularizar la migraci贸n y as铆 sacarle ventaja a un pueblo migrante con ganas de salir adelante.