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El control del Senado de Estados Unidos, y con él, el probable destino de la agenda legislativa del presidente electo Joe Biden, estarán en la papeleta el martes cuando los votantes en Georgia decidan en la segunda vuelta de unas esperadas elecciones.
La campaña que se ha desarrollado desde el 3 de noviembre, cuando Biden derrotó a Donald Trump en las elecciones presidenciales, ha batido récord de gastos y provocado una participación sin precedentes. La maquinaría política se ha volcado al estado sureño con un gran desembolso en publicidad.
Biden, un demócrata, y Trump, un republicano, visitarán el lunes el estado, subrayando los intereses políticos que tienen las contiendas.
Si uno o ambos senadores republicanos en ejercicio, David Perdue y Kelly Loeffler, ganan el martes, su partido retendría una mayoría estrecha, lo que les daría a los republicanos la capacidad de bloquear los objetivos más ambiciosos de Biden.
POSIBLES CONSECUENCIAS
En contraste, un triunfo demócrata produciría una división 50-50 en la Cámara alta, pero la vicepresidenta electa Kamala Harris definiría el desempate en caso de ser necesario.
El demócrata Jon Ossoff, un documentalista, está desafiando a Perdue, mientras que el reverendo Raphael Warnock, un pastor negro de una histórica iglesia en Atlanta, se enfrentará a Loeffler.
La estrecha victoria de Biden en Georgia en noviembre, la primera en una generación para un candidato presidencial demócrata, marcó un giro para un estado que era considerado un bastión republicano.
RESULTADO IMPREDECIBLE
La segunda vuelta del 5 de enero se desencadenó cuando ningún candidato alcanzó el 50% en noviembre.
La votación anticipada ha batido récord para una segunda vuelta, con 3 millones de votos ya emitidos.
“Estos son números disparatados”, dijo Michael McDonald, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Florida que sigue la votación de Georgia.
La participación de los negros, fundamental para las posibilidades de los demócratas, ha sido sólida. Aproximadamente un tercio de las papeletas provienen de votantes negros, frente al 27% de noviembre.
“Los demócratas necesitan un electorado como este para poder ganar las elecciones”, dijo McDonald, que destacó que es imposible predecir el resultado final y advirtió que la participación de los republicanos el martes podría ser mayor.
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