
La pandemia del covid ha agravado las din谩micas de violencia a lo largo de la frontera. A la falta de relaciones diplom谩ticas entre los gobiernos y la ausencia de una ruta de comunicaci贸n para resolver problemas en la frontera, se le suman las ret贸ricas belicosas desde Bogot谩 y Caracas, que aumentan las fricciones en las regiones perif茅ricas. En nuestro m谩s reciente聽informe publicado por International Crisis Group聽argumentamos que los gobiernos deben tomar medidas urgentes y restablecer los canales de comunicaci贸n para mitigar la crisis de frontera y prevenir escalamientos.
Tensiones perpetuas en la frontera
La frontera colombo-venezolana se ha convertido en una de las m谩s complicadas en el mundo. Aunque tiene una larga historia de conflictividad, 茅sta lleg贸 a uno de los puntos m谩s cr铆ticos despu茅s de que en febrero de 2019 el gobierno venezolano bloqueara el ingreso de una caravana de ayuda humanitaria patrocinada por los Estados Unidos, acusada por Nicol谩s Maduro de ser un intento por desestabilizar el pa铆s desde Colombia.
Este cierre de la frontera incentiv贸 a grupos criminales y al margen de la ley a aumentar su presencia en la zona, lo que intensific贸 las disputas territoriales para controlar las econom铆as il铆citas y las rutas de tr谩fico. La frontera reabri贸 en junio de 2019, pero fue cerrada otra vez en marzo de 2020 por el presidente Duque, como parte de las restricciones relacionadas con la pandemia.

Foto 1. Un mural en Tres Bocas, un caser铆o cerca a Tib煤, en la frontera con Venezuela. Diciembre de 2019, Norte de Santander, Colombia. Fuente: CRISISGROUP/BRAM EBUS.
Pero la inestabilidad en la frontera no solo es consecuencia de la actual disputa pol铆tica y las tensas relaciones bilaterales entre Bogot谩 y Caracas. Preparando el informe del International Crisis Group recorrimos lugares claves de la frontera, tanto en Colombia como en Venezuela, y confirmamos qu茅 din谩micas estructurales tales como el abandono estatal, la falta de desarrollo, los lazos descuidados entre el centro y la periferia y la ausencia de ley y orden son lo que han llevado a la frontera a su estado actual.
De hecho, el abandono estatal de la frontera ha alimentado en sus habitantes una gran desconfianza hacia sus propios gobiernos. Por ello, las comunidades a menudo han sido tolerantes, o incluso apoyan, a los grupos armados. Estas agrupaciones con frecuencia proporcionan empleos, una justicia rudimentaria e imponen orden p煤blico; son, en la pr谩ctica, el sustituto de un Estado negligente. 鈥淓s la coca la que env铆a a nuestros hijos a la escuela鈥, explic贸 un habitante de la frontera en la Amazon铆a.
El impacto colateral del cierre de frontera
La frontera es una construcci贸n social. Las comunidades fronterizas tienen m谩s en com煤n con sus vecinos al otro lado de la l铆nea lim铆trofe, que con los tomadores de decisiones en las capitales lejanas donde se orquestan los frecuentes cierres de paso entre los pa铆ses. Estos cierres causan dolorosas rupturas en los lazos familiares, y aumentan los riesgos para los migrantes y refugiados, que han sido condenados a cruzar por los cientos pasos informales, controlados por los grupos criminales al margen de la ley, y que se enriquecen a costa de los que cruzan.

Foto 2. Contrabandistas de combustible transportan varios bidones con gasolina venezolana y los venden en las zonas fronterizas de Colombia. Diciembre de 2019, Norte de Santander, Colombia. Fuente: CRISISGROUP/BRAM EBUS
M谩s de cinco millones de migrantes y refugiados han huido de Venezuela, la mayor铆a en busca de oportunidades econ贸micas; cerca de dos millones, incluidos algunos de los migrantes m谩s pobres, se han asentado en Colombia. Funcionarios corruptos, grupos armados depredadores y lugare帽os calculadores han despojado a muchos de sus ahorros. Otros enfrentan multiplicidad de amenazas, entre ellas la explotaci贸n o esclavitud sexual.
Ahora, la pandemia del covid ha expuesto a los migrantes a a煤n m谩s dificultades. Los que regresan a Venezuela enfrentan una represiva cuarentena en las instalaciones estatales, y las autoridades los etiquetan como 鈥渁rmas biol贸gicas鈥. Quienes parten hacia Colombia no tienen por el momento m谩s opci贸n que tolerar la extorsi贸n y violaciones de derechos humanos por parte de los grupos armados que manejan los cruces ilegales. As铆 que, mientras las clausuras afectaron las econom铆as locales, las econom铆as informales e il铆citas se beneficiaron por un aumento del cruce de bienes y personas por las trochas.
Entre las m煤ltiples econom铆as il铆citas que proliferan en la frontera se encuentran la trata de personas, la extorsi贸n o el cobro de peajes por las trochas, el tr谩fico de combustible, estupefacientes, minerales y productos de primera necesidad. En ambos lados de la frontera hay complicidad por parte de actores estatales corruptos, la cual beneficia a los criminales y revictimiza a los migrantes.
El fortalecimiento del ELN a lo largo de la frontera
En la regi贸n fronteriza operan grupos disidentes de las Farc, paramilitares, colectivos venezolanos, emisarios de carteles mexicanos y organizaciones criminales m谩s peque帽as, pero es el ELN el que m谩s ha fortalecido su presencia a ambos lados de la frontera. En Venezuela, donde la guerrilla no encuentra un enemigo natural en el Estado algunas autoridades han permitido, o incluso avalado, la presencia del grupo colombiano, lo que ha ayudado a cimentar su posici贸n y ha dado un sello de legitimidad a su expansi贸n.
Por ejemplo, en el estado T谩chira, el ELN y fuerzas de seguridad del Estado venezolano desplegaron una ofensiva contra Los Rastrojos a inicios de 2020. Algo similar ocurri贸 en el estado Zulia, cerca de la frontera con La Guajira, en el segundo semestre de 2019, esta vez en contra del grupo criminal La Zona.
Es posible que la presencia extensa del ELN en la frontera haya resultado en un decrecimiento de la violencia en ciertas zonas, donde ha logrado imponer un f茅rreo control fuerte. Sin embargo, es importante mencionar que las alianzas t谩citas entre las fuerzas de seguridad del Estado venezolano y los grupos armados, sobre todo con los grupos guerrilleros colombianos (ELN y las disidencias de las Farc), no son una protecci贸n permanente contra estallidos de hostilidades.

Foto 3. Los grupos armados no estatales a menudo marcan edificios y vallas publicitarias para mostrar que est谩n presentes en la regi贸n. Norte de Santander, Colombia. Fuente: CRISISGROUP/BRAM EBUS
Durante nuestra investigaci贸n de campo para el informe del International Crisis Group fue evidente que en ambos pa铆ses hay permisividad de las autoridades locales y fuerzas p煤blicas hacia los grupos armados. Esto, sin embargo, no necesariamente refleja un acuerdo ideol贸gico; muchas de estas alianzas son vol谩tiles y est谩n basadas en intereses de lucro inmediato. Por ejemplo, a pesar de que en general el Estado venezolano ha sido permisivo con el ELN y las disidencias de las Farc, ha habido varios enfrentamientos entre estos grupos colombianos y fuerzas de seguridad del Estado venezolano.
El fortalecimiento del ELN en la regi贸n dificultar谩 la reactivaci贸n de las negociaciones entre este grupo y el Gobierno colombiano, una ruta que es indispensable para resolver la seguridad en la frontera en el largo plazo. La consolidaci贸n de la presencia del ELN en Venezuela de una manera mucho m谩s permanente de lo que hab铆amos visto en el pasado significa que Caracas tendr铆a que estar involucrada de una eventual negociaci贸n, y que el ELN tendr铆a que p煤blicamente aclarar cu谩les son sus objetivos pol铆ticos, sociales y militares en ese pa铆s.
Naturalmente, mientras que el gobierno de Maduro contin煤e permitiendo que el ELN opere con el t谩cito conocimiento de las fuerzas de seguridad venezolanas, esta opci贸n ser谩 improbable.

Foto 4. Una base militar en la Amazon铆a colombiana, ubicada cerca a uno de los muchos r铆os que conectan con Venezuela. Guain铆a, Colombia. Noviembre de 2019. Fuente: CRISISGROUP/BRAM EBUS
No hay una soluci贸n r谩pida para sacar a las regiones de la frontera de los ciclos de pobreza y conflicto en los que hist贸ricamente han vivido, y ambos Estados tienen una deuda pendiente que solo se puede saldar a trav茅s de proyectos de desarrollo, educaci贸n y salud. Pero simult谩neamente hay que reconstruir la confianza entre los vecinos, empezando por el restablecimiento inmediato de mecanismos de cooperaci贸n en temas tales como salud y seguridad y asegurarse que los migrantes reciban la ayuda humanitaria que requieren.
Las caracter铆sticas aqu铆 descritas dejan claro que el borde entre Colombia y Venezuela es una de las fronteras con m谩s problemas a nivel mundial. Es responsabilidad tanto de Caracas y Bogot谩, como de la comunidad internacional, de tomar medidas inmediatas para bajar la temperatura, y trabajar para cambiar, en el mediano y largo plazo, las condiciones que est谩n en el fondo de esta crisis.