La invitación hecha por el presidente Guaidó, a fijar rumbo común con todas las organizaciones políticas democráticas, asociaciones civiles y personalidades esenciales de la sociedad venezolana, es un paso muy importante en el camino de intentar lograr una estrategia conjunta para propulsar un cambio que ponga fin, lo más pronto posible, a la destrucción sistemática del país por parte del régimen de Maduro.
Un aspecto muy importante de su planteamiento público fue el compromiso de discutir y acordar un camino común en los próximos 10 días, que demuestre la disposición de devolverle la libertad a nuestro país.
Y propone en concreto proceder a, en primer lugar, reiterar el rechazo y desconocer el fraude electoral propuesto por el régimen. Y para darle fuerza a esta iniciativa propone usar un mecanismo de convocatoria popular masivo, quizás un referéndum consultivo, pensamos. Además de activar una agenda de acciones nacionales e internacionales que generen un impacto suficiente para movilizar a sectores claves para el cambio, que aún permanecen inactivos.
Señala en su intervención el nombre de varias personalidades con las que pretende conversar para alcanzar algún acuerdo básico que nos permita lograr un espíritu similar al que existió en Venezuela en 1958, pero es importante saber, como explica más adelante, que esas personas allí mencionadas no serán las únicas, y que iniciará una serie de encuentros con otros liderazgos políticos o sociales, así como con diferentes exponentes de la vida social, económica e intelectual del país.
Es una tarea compleja, sobre todo en el plazo corto que espera lograrlo, pero hay que entender, cómo señala la sabiduría popular, que el tiempo apremia. Es importante que los muchos y diversos protagonistas actuales sepan que lo fundamental es salir de la dictadura y que las posiciones individuales, por respetables que ellas sean, deben dejarse de lado hasta alcanzar el objetivo común, que no puede ser otro que el cese de la usurpación. Ya habrá tiempo para prepararse para desarrollar las opciones que sea indispensable incluir en un acuerdo de gobernabilidad futuro.
Esperamos que los venezolanos de vocación democrática tengan la capacidad -y la generosidad- para con el país, de posponer sus aspiraciones personales en beneficio del bien común, que con ahínco reclama la inmensa mayoría del pueblo venezolano.
